• Sabías que puedes registrarte o ingresar a tu cuenta directamente desde facebook con el botón de facebook en la parte superior de la página?

La luna, único testigo. Feliz ríe

La luna, único testigo. Feliz ríe

Con ilusión esperaba compartir esta experiencia.
En el silencio de mi cuarto, bajo un techo lleno de estrellas.
Maravillas mi mundo. Increíblemente bello es a tu lado estar.
Ruego que nunca llegue el amanecer.
Quiero, con la complicidad de las estrellas, tu piel tocar.
Con cada caricia, sobre tu cuerpo, un bello poema escribir.
La luna con su reflejo que te ilumina, puedo tu bella figura contemplar.
Plenamente ver lo hermosa que luces y maravillarme con tu desnudez.
Nuestro encuentro, en lo más profundo de nuestro ser deseo guardar.
En mi pecho lo he de guardar y con juego lo he de grabar.
Será el secreto que por siempre hemos de recordar.
Momentos dichosos, llenos de amor, que no podremos olvidar.
Sobre tus labios mis labios, así, con un beso voy escribiendo mi poema.
Una lágrima lentamente recorre tu rostro…
Mis manos, suavemente tocan tu cabello y recorren tu bello rostro.
Tus pechos los voy descubriendo, están henchido llenos de amor.
Deseosa y esperando. Suave es tu piel, los voy rodeando.
Lentamente llego al valle, un pequeño oasis en el camino me detiene.
Me das un beso alocado, ardiente, un beso de enamorados…
Mi camino debo continuar… Me voy alejando del oasis y me acompaña su dulce aroma.
Quedo anonadado por tan bello paisaje que atrás dejo.
No me puedo detener, seguiré esa huella, lo presiento, me ayudará a llegar.
Elevo mi mirada, al horizonte la dirijo y con placer veo como Venus se asoma.
Es la señal, cerca estoy, casi llego, ella junto al rio me espera, podremos navegar.

Ambos a la canoa subimos. Con torpeza, pero sin querer en sentido contrario remamos.
Las olas nos mueven. Por temor a caernos.
Ambos nuestros cuerpos, en un fuerte abrazo nos aferramos.
El oleaje no se detiene, cada vez más rápido lo hace, la canoa es un vaivén…
A la deriva vamos, no hay como detenerla. Sin temor a nuestro destino, nos entregamos.
Dejamos que sobre el agua fluya, el torrente a la desembocadura nos llevará, a la playa llegaremos.
Así fue como quedamos, allí, varados, al final del camino llegamos.
Una inmensa alegría nos invadió. La inmensa playa nos rodeaba.
Testigo de lo que nos había sucedido, en lo alto, en el cielo,
una hermosa y bella luna llena se lucía y una gran sonrisa la envolvía.

Allí… por largo rato, abrazados, agotados, extasiados nos quedamos.
Fue un viaje maravilloso, dejamos que nuestra canoa navegara a la deriva.
Que bello fue.

Giovanni Libero
Argentina ©
Derechos ®

5.jpg
 

RADIO EN VIVO

Donar

Versos Compartidos en Facebook

Arriba