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La niña y el viejo



El hombre tenía su alma tranquila, se había refugiado en la poesía, la que día a día le daba más gozo.
Sus sueños, el tiempo los había dejado presos con su espíritu vagabundo.
La música era una etapa quemada, ya no habían más notas en su interior, solo la paz de tiempos pasados, recuerdos que a veces lo hacían sonreír, pero el trajinar de la pluma le deparaba una sorpresa más, quizás, la última.
Un día, en un bello atardecer de su pradera, llegó hasta su pantalla una niña cantora, hermosa como una diosa, tierna como un hada, dulce como el chocolate, de corazón suave y carácter aventurero, que hizo cambiar sus pinturas de lugar y trajo nuevas letras a su viejo cuerpo, sembrando esperanzas, plantando soles brillantes, noches plateadas y alborozados ruiseñores en su ventana.
Ya no hubo tormentas, ni nubes oscureciendo sus días, estos flotaban como barcos de papel en manso lago, solo por dentro crecía una pequeña agonía, porque la niña escribía con tanta pasión que en sus letras se desangraban la emociones crecían los sortilegios, los hechizos, los calores y la vibrante juventud tirando vestidos de inocencia en su ordenador, haciendo de sus días una tortuosa espera, a cada rato revisaba sus correos, vivía al pendiente de la llegada de aquellas palabras sensuales con las que se acostaba todas la noches, "una amistad virtual", se decía a sí mismo.
¿Para qué ilusionarse?
Ella vive muy lejos, a diez mil kilómetros de distancia y a millones de su edad.
La amistad se fue haciendo fuerte a medida que el tiempo pasaba, mientras que la luna su sonrisa dibujaba hechicera como ella, la tierna y pícara niña, el lenguaje en los escritos fue subiendo el voltaje sin ellos mismos darse cuenta, los dos avisando, los dos especulando, los dos totalmente en celo, los dos esperando que surgiera el vuelo esplendoroso de las palabras apasionadas, de la pura desnudez de los sentidos primordiales, del calor atormentado de la mente y el ser del otro, así fueron jugando entreverando calor, confusión, amistad, esmero y mucha lujuria.
La niña se hizo vientre explorador, el hombre viejo, un joven arrebatador de poemas, canciones, música y utopías.
La imaginación fue tórrida, adyacente, impúdica, pero qué importaba, en su vida había renacido el color, en el de la niña el desahogo, en su carisma una ilusión; en el de ella, inusitado frenesí.
¿Qué habían hecho?
¿En qué se habían convertido?
¿Por qué?
¿Para qué?
Las preguntas que jamás se hicieron, las bromas se convirtieron en ecos, los ecos en tímidos mensajes, los tímidos mensajes en amistad, la amistad...bueno los había tornado en eso, dos seres con unas locas ganas de volver a sentirse vivos, de creer que noche a noche resurgían de las cenizas como el Fénix, que no hay embustes, ni envidias, que la pantalla la ve a ella crecer, haciéndose mujer, a él, la oportunidad de volver a amar sin medida, sin razón, solo impulsos lejanos de un atardecer.
Allí siguen detrás del teclado jugando a sentirse felices como si no hubiera distancia ni distancias, solo amarse con un puro y pícaro sentimiento, más allá de toda censura, más allá del tiempo y la hermosura.
Luego, que cada quien piense lo que quiera; yo en verdad creo que eso es Amor.


 
Última edición:
Interesante prosa Daniel, muy bien llevada en la lectura. Mi opinión sobre "amores virtuales" la reservo y la expondré cuando participe
No soy quien para juzgar por eso resalto lo atractivo de tu prosa y su contenido.
Un abrazo y besitos, amigo!
 

amada

Moderadora del Foro Compartiendo Tristezas
De que existen, existen....jajajaj.....me parece fantástico tu relato,...amores virtuales...amores que se recuerdan con cariño...saludos amigo DANIEL, me gusto mucho el tema. Alguna vez hemos caído en la tentación de ese amor virtual.......saludos......
 
Tu relato dibuja bien lo que sucede muy a menudo con la comunicación virtual. No solo entre un viejo y una "niña", sino también en sentido contrario, o en personas de similares edades, ya jóvenes, ya mayores. Lo válido o no válido de estos amoríos, depende de cada quien, de los intereses que mueven a cada protagonista.

Me agradó tu texto.
 
Mi Dani..

Quee bellooo...

Se pueden sentir mariposas en el estomago al leerte ..jiji a sera que soy una romántica empedernida..!!
lo que son a veces las cosas ..
no estoy negada a que sea amor ..quizás sea mas neto por que no hay una cara bonita .... un cuerpo hermoso ..es tu alma ..solo eso..
hayyyy..estos suspiritos míos..jiji..

Mi Dani ..yo no te conozco personalmente y te puedo decir con el corazon en la mano que te quierooo lo suficiente para una eternidad..
Muchas gracias por hacerme vibras con tus versos ..siempre
te abrazo muy fuerte...
 
Interesante prosa Daniel, muy bien llevada en la lectura. Mi opinión sobre "amores virtuales" la reservo y la expondré cuando participe
No soy quien para juzgar por eso resalto lo atractivo de tu prosa y su contenido.
Un abrazo y besitos, amigo!
Muchas gracias Marcela por tus gentiles palabras para estas letras, gracias por estar presente, saludos amiga poeta
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO


El hombre tenía su alma tranquila, se había refugiado en la poesía, la que día a día le daba más gozo.
Sus sueños, el tiempo los había dejado presos con su espíritu vagabundo.
La música era una etapa quemada, ya no habían más notas en su interior, solo la paz de tiempos pasados, recuerdos que a veces lo hacían sonreír, pero el trajinar de la pluma le deparaba una sorpresa más, quizás, la última.
Un día, en un bello atardecer de su pradera, llegó hasta su pantalla una niña cantora, hermosa como una diosa, tierna como un hada, dulce como el chocolate, de corazón suave y carácter aventurero, que hizo cambiar sus pinturas de lugar y trajo nuevas letras a su viejo cuerpo, sembrando esperanzas, plantando soles brillantes, noches plateadas y alborozados ruiseñores en su ventana.
Ya no hubo tormentas, ni nubes oscureciendo sus días, estos flotaban como barcos de papel en manso lago, solo por dentro crecía una pequeña agonía, porque la niña escribía con tanta pasión que en sus letras se desangraban la emociones crecían los sortilegios, los hechizos, los calores y la vibrante juventud tirando vestidos de inocencia en su ordenador, haciendo de sus días una tortuosa espera, a cada rato revisaba sus correos, vivía al pendiente de la llegada de aquellas palabras sensuales con las que se acostaba todas la noches, "una amistad virtual", se decía a sí mismo.
¿Para qué ilusionarse?
Ella vive muy lejos, a diez mil kilómetros de distancia y a millones de su edad.
La amistad se fue haciendo fuerte a medida que el tiempo pasaba, mientras que la luna su sonrisa dibujaba hechicera como ella, la tierna y pícara niña, el lenguaje en los escritos fue subiendo el voltaje sin ellos mismos darse cuenta, los dos avisando, los dos especulando, los dos totalmente en celo, los dos esperando que surgiera el vuelo esplendoroso de las palabras apasionadas, de la pura desnudez de los sentidos primordiales, del calor atormentado de la mente y el ser del otro, así fueron jugando entreverando calor, confusión, amistad, esmero y mucha lujuria.
La niña se hizo vientre explorador, el hombre viejo, un joven arrebatador de poemas, canciones, música y utopías.
La imaginación fue tórrida, adyacente, impúdica, pero qué importaba, en su vida había renacido el color, en el de la niña el desahogo, en su carisma una ilusión; en el de ella, inusitado frenesí.
¿Qué habían hecho?
¿En qué se habían convertido?
¿Por qué?
¿Para qué?
Las preguntas que jamás se hicieron, las bromas se convirtieron en ecos, los ecos en tímidos mensajes, los tímidos mensajes en amistad, la amistad...bueno los había tornado en eso, dos seres con unas locas ganas de volver a sentirse vivos, de creer que noche a noche resurgiían de las cenizas como el Fénix, que no hay embustes, ni envidias, que la pantalla la ve a ella crecer, haciéndose mujer, a él, la oportunidad de volver a amar sin medida, sin razón, solo impulsos lejanos de un atardecer.
Allí siguen detrás del teclado jugando a sentirse felices como si no hubiera distancia ni distancias, solo amarse con un puro y pícaro sentimiento, más allá de toda censura, más allá del tiempo y la hermosura.
Luego, que cada quien piense lo que quiera; yo en verdad creo que eso es Amor.



Un precioso relato de lo que un amor virtual puede llegar a ser,para el amor no hay edades ni distancias solo sentimientos que nacen,crecen y viven latiendo,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.


 
De que existen, existen....jajajaj.....me parece fantástico tu relato,...amores virtuales...amores que se recuerdan con cariño...saludos amigo DANIEL, me gusto mucho el tema. Alguna vez hemos caído en la tentación de ese amor virtual.......saludos......
Muchas gracias Amada por sus gentiles palabras para estas letras, gracias por estar presente, saludos amiga poeta
 
Seguramente los protagonistas de tu relato estaban vivieindo el momento que les proporcionaba felicidad, independientemente de la disparidad de edades que había entre ellos. Sin duda alguna eso suele suceder en una relación virtual. He leído con mucho interés tu bien trazado texto, mi estimado Daniel, quise dejarte reputación, pero la máquina no me dejó. Saludos.
 
Tu relato dibuja bien lo que sucede muy a menudo con la comunicación virtual. No solo entre un viejo y una "niña", sino también en sentido contrario, o en personas de similares edades, ya jóvenes, ya mayores. Lo válido o no válido de estos amoríos, depende de cada quien, de los intereses que mueven a cada protagonista.

Me agradó tu texto.
Muchas gracias Jorge por tus gentiles palabras para estas letras, gracias por estar presente, saludos amigo poeta
 
Mi Dani..

Quee bellooo...

Se pueden sentir mariposas en el estomago al leerte ..jiji a sera que soy una romántica empedernida..!!
lo que son a veces las cosas ..
no estoy negada a que sea amor ..quizás sea mas neto por que no hay una cara bonita .... un cuerpo hermoso ..es tu alma ..solo eso..
hayyyy..estos suspiritos míos..jiji..

Mi Dani ..yo no te conozco personalmente y te puedo decir con el corazon en la mano que te quierooo lo suficiente para una eternidad..
Muchas gracias por hacerme vibras con tus versos ..siempre
te abrazo muy fuerte...
Muchas gracias Karen por tus gentiles palabras para estas letras, gracias por estar presente, saludos amiga poeta
 


El hombre tenía su alma tranquila, se había refugiado en la poesía, la que día a día le daba más gozo.
Sus sueños, el tiempo los había dejado presos con su espíritu vagabundo.
La música era una etapa quemada, ya no habían más notas en su interior, solo la paz de tiempos pasados, recuerdos que a veces lo hacían sonreír, pero el trajinar de la pluma le deparaba una sorpresa más, quizás, la última.
Un día, en un bello atardecer de su pradera, llegó hasta su pantalla una niña cantora, hermosa como una diosa, tierna como un hada, dulce como el chocolate, de corazón suave y carácter aventurero, que hizo cambiar sus pinturas de lugar y trajo nuevas letras a su viejo cuerpo, sembrando esperanzas, plantando soles brillantes, noches plateadas y alborozados ruiseñores en su ventana.
Ya no hubo tormentas, ni nubes oscureciendo sus días, estos flotaban como barcos de papel en manso lago, solo por dentro crecía una pequeña agonía, porque la niña escribía con tanta pasión que en sus letras se desangraban la emociones crecían los sortilegios, los hechizos, los calores y la vibrante juventud tirando vestidos de inocencia en su ordenador, haciendo de sus días una tortuosa espera, a cada rato revisaba sus correos, vivía al pendiente de la llegada de aquellas palabras sensuales con las que se acostaba todas la noches, "una amistad virtual", se decía a sí mismo.
¿Para qué ilusionarse?
Ella vive muy lejos, a diez mil kilómetros de distancia y a millones de su edad.
La amistad se fue haciendo fuerte a medida que el tiempo pasaba, mientras que la luna su sonrisa dibujaba hechicera como ella, la tierna y pícara niña, el lenguaje en los escritos fue subiendo el voltaje sin ellos mismos darse cuenta, los dos avisando, los dos especulando, los dos totalmente en celo, los dos esperando que surgiera el vuelo esplendoroso de las palabras apasionadas, de la pura desnudez de los sentidos primordiales, del calor atormentado de la mente y el ser del otro, así fueron jugando entreverando calor, confusión, amistad, esmero y mucha lujuria.
La niña se hizo vientre explorador, el hombre viejo, un joven arrebatador de poemas, canciones, música y utopías.
La imaginación fue tórrida, adyacente, impúdica, pero qué importaba, en su vida había renacido el color, en el de la niña el desahogo, en su carisma una ilusión; en el de ella, inusitado frenesí.
¿Qué habían hecho?
¿En qué se habían convertido?
¿Por qué?
¿Para qué?
Las preguntas que jamás se hicieron, las bromas se convirtieron en ecos, los ecos en tímidos mensajes, los tímidos mensajes en amistad, la amistad...bueno los había tornado en eso, dos seres con unas locas ganas de volver a sentirse vivos, de creer que noche a noche resurgían de las cenizas como el Fénix, que no hay embustes, ni envidias, que la pantalla la ve a ella crecer, haciéndose mujer, a él, la oportunidad de volver a amar sin medida, sin razón, solo impulsos lejanos de un atardecer.
Allí siguen detrás del teclado jugando a sentirse felices como si no hubiera distancia ni distancias, solo amarse con un puro y pícaro sentimiento, más allá de toda censura, más allá del tiempo y la hermosura.
Luego, que cada quien piense lo que quiera; yo en verdad creo que eso es Amor.


DANIEL

Interesante y apasionado relato.

Un fortísimo abrazo,

Guillermo.

 

Mary C. López

Miembro Conocido
El amor es posible, sin duda en todo espacio, en todo tiempo y en toda circunstancia. Aunque no siempre se considere lo más conveniente, habrá quién si apueste al amor virtual. (en algún lugar leí que en la mayoría de los casos, no llega a más de seis meses un amor virtual, ¿será? ) En la calidad y desarrollo de la prosa que nos presentas mi estimado poeta, debo decir que esta muy bien hilada, no hay peros que ponerle, un saludo.
 
Seguramente los protagonistas de tu relato estaban vivieindo el momento que les proporcionaba felicidad, independientemente de la disparidad de edades que había entre ellos. Sin duda alguna eso suele suceder en una relación virtual. He leído con mucho interés tu bien trazado texto, mi estimado Daniel, quise dejarte reputación, pero la máquina no me dejó. Saludos.
Muchas gracias Victor por tus gentiles palabras para estas letras, gracias por estar presente, saludos amigo poeta
 

Denissa

Miembro Activo
Allí siguen detrás del teclado jugando a sentirse felices como si no hubiera distancia ni distancias, solo amarse con un puro y pícaro sentimiento, más allá de toda censura, más allá del tiempo y la hermosura.
Luego, que cada quien piense lo que quiera; yo en verdad creo que eso es Amor.


Que lindo,amor del bueno .
 
El amor es posible, sin duda en todo espacio, en todo tiempo y en toda circunstancia. Aunque no siempre se considere lo más conveniente, habrá quién si apueste al amor virtual. (en algún lugar leí que en la mayoría de los casos, no llega a más de seis meses un amor virtual, ¿será? ) En la calidad y desarrollo de la prosa que nos presentas mi estimado poeta, debo decir que esta muy bien hilada, no hay peros que ponerle, un saludo.
Muchas gracias Dama del silencio por sus gentiles palabras para estas letras, gracias por estar presente, saludos amiga poeta
 
Allí siguen detrás del teclado jugando a sentirse felices como si no hubiera distancia ni distancias, solo amarse con un puro y pícaro sentimiento, más allá de toda censura, más allá del tiempo y la hermosura.
Luego, que cada quien piense lo que quiera; yo en verdad creo que eso es Amor.


Que lindo,amor del bueno .
Muchas gracias Denissa por sus gentiles palabras para estas letras, gracias por estar presente, saludos poeta
 

Cisne

Moderadora del Foro Impresionismo y Expresionismo,


El hombre tenía su alma tranquila, se había refugiado en la poesía, la que día a día le daba más gozo.
Sus sueños, el tiempo los había dejado presos con su espíritu vagabundo.
La música era una etapa quemada, ya no habían más notas en su interior, solo la paz de tiempos pasados, recuerdos que a veces lo hacían sonreír, pero el trajinar de la pluma le deparaba una sorpresa más, quizás, la última.
Un día, en un bello atardecer de su pradera, llegó hasta su pantalla una niña cantora, hermosa como una diosa, tierna como un hada, dulce como el chocolate, de corazón suave y carácter aventurero, que hizo cambiar sus pinturas de lugar y trajo nuevas letras a su viejo cuerpo, sembrando esperanzas, plantando soles brillantes, noches plateadas y alborozados ruiseñores en su ventana.
Ya no hubo tormentas, ni nubes oscureciendo sus días, estos flotaban como barcos de papel en manso lago, solo por dentro crecía una pequeña agonía, porque la niña escribía con tanta pasión que en sus letras se desangraban la emociones crecían los sortilegios, los hechizos, los calores y la vibrante juventud tirando vestidos de inocencia en su ordenador, haciendo de sus días una tortuosa espera, a cada rato revisaba sus correos, vivía al pendiente de la llegada de aquellas palabras sensuales con las que se acostaba todas la noches, "una amistad virtual", se decía a sí mismo.
¿Para qué ilusionarse?
Ella vive muy lejos, a diez mil kilómetros de distancia y a millones de su edad.
La amistad se fue haciendo fuerte a medida que el tiempo pasaba, mientras que la luna su sonrisa dibujaba hechicera como ella, la tierna y pícara niña, el lenguaje en los escritos fue subiendo el voltaje sin ellos mismos darse cuenta, los dos avisando, los dos especulando, los dos totalmente en celo, los dos esperando que surgiera el vuelo esplendoroso de las palabras apasionadas, de la pura desnudez de los sentidos primordiales, del calor atormentado de la mente y el ser del otro, así fueron jugando entreverando calor, confusión, amistad, esmero y mucha lujuria.
La niña se hizo vientre explorador, el hombre viejo, un joven arrebatador de poemas, canciones, música y utopías.
La imaginación fue tórrida, adyacente, impúdica, pero qué importaba, en su vida había renacido el color, en el de la niña el desahogo, en su carisma una ilusión; en el de ella, inusitado frenesí.
¿Qué habían hecho?
¿En qué se habían convertido?
¿Por qué?
¿Para qué?
Las preguntas que jamás se hicieron, las bromas se convirtieron en ecos, los ecos en tímidos mensajes, los tímidos mensajes en amistad, la amistad...bueno los había tornado en eso, dos seres con unas locas ganas de volver a sentirse vivos, de creer que noche a noche resurgían de las cenizas como el Fénix, que no hay embustes, ni envidias, que la pantalla la ve a ella crecer, haciéndose mujer, a él, la oportunidad de volver a amar sin medida, sin razón, solo impulsos lejanos de un atardecer.
Allí siguen detrás del teclado jugando a sentirse felices como si no hubiera distancia ni distancias, solo amarse con un puro y pícaro sentimiento, más allá de toda censura, más allá del tiempo y la hermosura.
Luego, que cada quien piense lo que quiera; yo en verdad creo que eso es Amor.



Interesante narrativa Daniel.
Creo que el ambiente virtual se presta para situaciones en donde las personas pueden asumir otras personalidades que no son las reales y eso a unos les irá bien, como en el caso de la narrativa que nos compartes, y otros se sentirán decepcionados.
Un placer leerte.
Saludos cordiales
Ana
 
Interesante narrativa Daniel.
Creo que el ambiente virtual se presta para situaciones en donde las personas pueden asumir otras personalidades que no son las reales y eso a unos les irá bien, como en el caso de la narrativa que nos compartes, y otros se sentirán decepcionados.
Un placer leerte.
Saludos cordiales
Ana
Muchas gracias Ana por tus gentiles palabras para estas letras, gracias por estar presente, saludos amiga poeta
 


El hombre tenía su alma tranquila, se había refugiado en la poesía, la que día a día le daba más gozo.
Sus sueños, el tiempo los había dejado presos con su espíritu vagabundo.
La música era una etapa quemada, ya no habían más notas en su interior, solo la paz de tiempos pasados, recuerdos que a veces lo hacían sonreír, pero el trajinar de la pluma le deparaba una sorpresa más, quizás, la última.
Un día, en un bello atardecer de su pradera, llegó hasta su pantalla una niña cantora, hermosa como una diosa, tierna como un hada, dulce como el chocolate, de corazón suave y carácter aventurero, que hizo cambiar sus pinturas de lugar y trajo nuevas letras a su viejo cuerpo, sembrando esperanzas, plantando soles brillantes, noches plateadas y alborozados ruiseñores en su ventana.
Ya no hubo tormentas, ni nubes oscureciendo sus días, estos flotaban como barcos de papel en manso lago, solo por dentro crecía una pequeña agonía, porque la niña escribía con tanta pasión que en sus letras se desangraban la emociones crecían los sortilegios, los hechizos, los calores y la vibrante juventud tirando vestidos de inocencia en su ordenador, haciendo de sus días una tortuosa espera, a cada rato revisaba sus correos, vivía al pendiente de la llegada de aquellas palabras sensuales con las que se acostaba todas la noches, "una amistad virtual", se decía a sí mismo.
¿Para qué ilusionarse?
Ella vive muy lejos, a diez mil kilómetros de distancia y a millones de su edad.
La amistad se fue haciendo fuerte a medida que el tiempo pasaba, mientras que la luna su sonrisa dibujaba hechicera como ella, la tierna y pícara niña, el lenguaje en los escritos fue subiendo el voltaje sin ellos mismos darse cuenta, los dos avisando, los dos especulando, los dos totalmente en celo, los dos esperando que surgiera el vuelo esplendoroso de las palabras apasionadas, de la pura desnudez de los sentidos primordiales, del calor atormentado de la mente y el ser del otro, así fueron jugando entreverando calor, confusión, amistad, esmero y mucha lujuria.
La niña se hizo vientre explorador, el hombre viejo, un joven arrebatador de poemas, canciones, música y utopías.
La imaginación fue tórrida, adyacente, impúdica, pero qué importaba, en su vida había renacido el color, en el de la niña el desahogo, en su carisma una ilusión; en el de ella, inusitado frenesí.
¿Qué habían hecho?
¿En qué se habían convertido?
¿Por qué?
¿Para qué?
Las preguntas que jamás se hicieron, las bromas se convirtieron en ecos, los ecos en tímidos mensajes, los tímidos mensajes en amistad, la amistad...bueno los había tornado en eso, dos seres con unas locas ganas de volver a sentirse vivos, de creer que noche a noche resurgían de las cenizas como el Fénix, que no hay embustes, ni envidias, que la pantalla la ve a ella crecer, haciéndose mujer, a él, la oportunidad de volver a amar sin medida, sin razón, solo impulsos lejanos de un atardecer.
Allí siguen detrás del teclado jugando a sentirse felices como si no hubiera distancia ni distancias, solo amarse con un puro y pícaro sentimiento, más allá de toda censura, más allá del tiempo y la hermosura.
Luego, que cada quien piense lo que quiera; yo en verdad creo que eso es Amor.



Bella prosa
el amor no entiende
de edades o distancias
un fuerte abrazo.
 
Muy buena redacción y mucha verdad en tu escrito.
Creo que en mayor o menor medida a todos les ha pasado alguna vez.
Creo también que en la mayoría e los casos nunca llegan a lo que se pretende,
pero que lindo es sentir esa sensación única que te da el amor.
Un gusto volver a leerte, abrazos.
 
Muy buena redacción y mucha verdad en tu escrito.
Creo que en mayor o menor medida a todos les ha pasado alguna vez.
Creo también que en la mayoría e los casos nunca llegan a lo que se pretende,
pero que lindo es sentir esa sensación única que te da el amor.
Un gusto volver a leerte, abrazos.
Muchas gracias Andresnor por tus gentiles palabras para estas letras, gracias por estar presente, saludos amigo poeta
 

Filan

Miembro Conocido
Frescura y naturalidad en tu hermosa prosa, Daniel!
Todos los seres necesitan sentir la felicidad, sea cual sea su forma. Y el amor también se manifiesta de muchas formas, como grados de profundidad hay en él.
Abrazos.
 
Frescura y naturalidad en tu hermosa prosa, Daniel!
Todos los seres necesitan sentir la felicidad, sea cual sea su forma. Y el amor también se manifiesta de muchas formas, como grados de profundidad hay en él.
Abrazos.
Muchas gracias Filan por sus gentiles palabras para estas letras, gracias por estar presente, saludos amiga poeta
 
que cada quien piense lo que quiera; yo en verdad creo que eso es Amor.
DANIEL CLARO QUE ES AMOR .
Bellísimo tu poema y nunca hay que olvidarse de los abuelos.
gracias por compartirlo.
 
La distancia, el lugar y la edad se vuelven obsoletas cuando aparece el amor, gratificante encontrarlo a vivir en su ausencia, obviamente todo depende del espejo con que se mire... Excelente relato mi querido Daniel, siempre es un placer leerte

Un enorme beso

Charo
 
La distancia, el lugar y la edad se vuelven obsoletas cuando aparece el amor, gratificante encontrarlo a vivir en su ausencia, obviamente todo depende del espejo con que se mire... Excelente relato mi querido Daniel, siempre es un placer leerte

Un enorme beso

Charo
Muchas gracias Charo por tus gentiles palabras para estas letras, gracias por estar presente, saludos amiga poeta
 

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