DR Jose Roberto Hernandez
Miembro Conocido
La niña de la guardarraya
Florecita encontró una moneda,
al costado del camino estaba
pensó comprarse una tarta
y soñó con golosinas raras
De pronto pensó en su mami
que ayer en la cocina estaba
llorando como cada noche
con hambre yendo a la cama
Devoró el camino de polvo
voló sobre la guardarraya
llegó abrazando a su madre
y apretando su cara blanca:
-" No llores mamita linda,
tengo una fortuna para la casa
La madre secó su rostro
con las manos desarregladas
envolviendo en su delantal con parches
a la niña de la guardarraya
Desde entonces en el campo llueve
la cosecha ha sido vasta
y aunque con harapos viven
las sonrisas allí no faltan
No se ha visto llorar a la madre
aunque aún se le ve atareada
ya ella se ha puesto vieja
y la niña ahora una muchacha
Dicen que el último día
de vida la madre anciana
colgó la niña ahora mujer
en el pecho de la madre una medalla
Es ahora la dueña de la cocina,
aquella muchachita blanca
y aunque el mismo delantal usa
sonriendo de la cocina a la sala,
nunca olvida a su madre, su niñez
y la polvorienta guardarraya.
Vampi
Florecita encontró una moneda,
al costado del camino estaba
pensó comprarse una tarta
y soñó con golosinas raras
De pronto pensó en su mami
que ayer en la cocina estaba
llorando como cada noche
con hambre yendo a la cama
Devoró el camino de polvo
voló sobre la guardarraya
llegó abrazando a su madre
y apretando su cara blanca:
-" No llores mamita linda,
tengo una fortuna para la casa
La madre secó su rostro
con las manos desarregladas
envolviendo en su delantal con parches
a la niña de la guardarraya
Desde entonces en el campo llueve
la cosecha ha sido vasta
y aunque con harapos viven
las sonrisas allí no faltan
No se ha visto llorar a la madre
aunque aún se le ve atareada
ya ella se ha puesto vieja
y la niña ahora una muchacha
Dicen que el último día
de vida la madre anciana
colgó la niña ahora mujer
en el pecho de la madre una medalla
Es ahora la dueña de la cocina,
aquella muchachita blanca
y aunque el mismo delantal usa
sonriendo de la cocina a la sala,
nunca olvida a su madre, su niñez
y la polvorienta guardarraya.
Vampi
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