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Miembro Conocido
Me enamoré de ella perdidamente
y yo amaba a otra mujer.
No quise hacerle daño;
pero la carne es débil,
fue un encuentro casual
y era tan bella
que no pude resistirme
a sus encantos.
Joven, agraciada,
y llena de virtudes.
¿Qué me dio? no lo sé;
pero ahí estaba yo
rendido a sus pies,
no fue culpa mía:
fue mi corazón que ante su mirada
empezó a quererla.
Era una princesa
y tenía su reino en el alma mía:
lo siento señores, no quise ofenderla
y hoy ya no hay remedio
me fui con la otra.
09\11\2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
y yo amaba a otra mujer.
No quise hacerle daño;
pero la carne es débil,
fue un encuentro casual
y era tan bella
que no pude resistirme
a sus encantos.
Joven, agraciada,
y llena de virtudes.
¿Qué me dio? no lo sé;
pero ahí estaba yo
rendido a sus pies,
no fue culpa mía:
fue mi corazón que ante su mirada
empezó a quererla.
Era una princesa
y tenía su reino en el alma mía:
lo siento señores, no quise ofenderla
y hoy ya no hay remedio
me fui con la otra.
09\11\2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.