Manuel Sanchez Manzano
Miembro Activo
Mientras clavaba sus ojos en mis pulilas, (que juro por Dios, que me dolian los ojos de aguantar tanto dolor), me preguntaba ¿que es lo que he hecho mal? me he ido de cañas en más de una ocasión con el director de mi banco, me hablaba de planes de juvilación, de bonos a medio y largo plazo, y ahora me dice que sintiéndolo mucho tiene que ejecutar la hipoteca de mi casa, que no puede hacer nada por mi, que tiene las manos atadas por los de arriba, y yo me pregunto, ¿quien coño son los de arriba? ¿quien cojones puede tener las entrañas tan llenas de mierda y zozobra que se olvida del lado humano?. Colmado de ira por la empatía que existió por un momento con el que fue mi amigo por un rato, Alvaro, le dije- cuando busques amigos aléjate de la banca y de la política, allí sólo encontrarás a hipócritas pretensiosos y egoistas, capaces de embaucar a su propia madre por su propio beneficio, llenan su vida de mierda y engaños para dar de comer a su propio ego, viven en la gran mentira como seres para darse la gran vida como humanos.
Nos tomemos una tercera y una cuarta copa, y ya el alcohol comenzaba a potenciar nuestra ira y desprecio por aquellos llamados poderosos, pero ya saben el dicho- los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Empezó a contarme un poco su vida, si he de ser sincero mi empatía con Alvaro en ese momento me hacía sufrir sus propios sufrimientos como si fuesen los mios propios, me contaba- recuerdo que hace un tiempo mi problema se basaba en qué coche comprar o cómo redecorar mi nueva casa, y de eso he pasado a esto otro. Yo le contesté, ese es el problema, hay gente que no soporta el que la gente de apié o los ciudadanos de tercera podamos tener ese tipo de conflictos, a los poderosos les interesa que nuestro único dilema en la vida sea el de ¡cómo vamos a llegar a fin de més! eso es lo que quieren, porque cuando evolucionamos e intentamos compararnos con ellos, éstos se sienten ofendidos, nunca aceptarán que nuestros sueños se asemejen a los suyos, se sienten superiores y dominadores del mundo y cuando nos vean levantar cabeza de una forma o de otra nos la harán agachar, son usureros de guante blanco, creadores de leyes para que todo siga igual, siempre preferirán llenar su alma de mierda mientras sus bolsillos se llenen de dinero y su ego de poder, a convertirse en auténticos seres humanos.
Entonces, con media sonrrisa me dijo- por cierto y tu a que te dedicas, yo le contesté- a escribir, soy escritor, o mejor dicho pretendo serlo, eso si, si me dejan. Entre risas y lágrimas me abrazó y comentó- pues aquí tienes una buena historia, le contesté- esta no es sólo tu historia, esta es la historia de la vida, ha sido, es, y será. Yo le pregunté ¿y tú, a qué te dedicas, o dedicabas?, y contestó- ahora estoy en paro, pero trabajaba en la construcción, mi casa me la hice yo, con mis propias manos, me faltó algún dinero para terminarla así que acudí al banco para pedir un crédito y el director me convenció para pedir un poco más y así poder comprarme un coche como el suyo, ya que era mi ilusión desde niño, y yo como tonto accedí, convencido de que siempre contaría con su apoyo, pero me equivoqué, eso está claro.
Se estaba haciendo tarde y comenzaba a oscurecer, le dije que lo invitaba a comer, así que pedimos unas cañas y algo de picar, en ese momento apareció su mujer, el día se le debió de hacer eterno, esperando la respuesta de su marido, o mejor dicho de su amigo el director de banco, ese que le incitó a meterse en un crédito superior para algo que sólo acrecenta el ego. La primera mirada se podía cortar con cuchillo de tensa que era, sólo dijo- llevo todo el día esperando, tengo el alma en un puño y tu ¡aquí de cañas!, lo siento cariño, respondió mi nuevo amigo, me encontré con un amigo y charlando se me pasaron las horas, y no me di cuenta de la hora que era, ¿has solucionado algo? preguntó ella, él miraba hacia el suelo, quería meter la cabeza bajo la corteza terrestre, no se atrevía a decirle a su mujer que todo fue inútil, de debían de abandonar su casa, pero por un momento se entrelazaron sus miradas y no hizo falta más comunicación, fue demoledor, ver como aquella señora aparentemente orgullosa de su marido se llevaba las manos a la cara ocultando las lágrimas que se escurrian de entre sus dedos, nos miró a los dos y se marchó, dejando la sombra de su alma resquebrajada junto a la barra del bar. Yo pensaba para mis adentros, ¿hay alguien capaz de poder dormir esta noche después de haber cometido tal aberración contra los derechos humanos? la respuesta era sí, siempre han dormido bien esa chusma que se hacen llamar ``poderosos´´ esa especie que es un especimen en si misma, esos que ven el mundo desde arriba, y que nos pisan y nos vuelven a pisar cual hormigas para mantener limpio su jardín, porque siempre hemos sido, somos y seremos una plaga para ellos.
Tras unos minutos de silencio le dije- Alvaro, ve tras tu mujer, no la dejes sola en este momento, él llorando me contestó- amigo, de veras que no me atrevo, yo que siempre le prometí que tendría lo mejor, que siempre le pedí apoyo y confianza, y lo obtuve todo de ella, con qué cara le digo ¡que le he fallado! tu no le has fallado buen amigo- dije yo- corre, ve y dile, que seguís siendo los mismos, y que os amais lo mismo, y que juntos os levantareis, no les deis pastillas pa` dormir a los poderosos, devaluaría su posterior sufrimiento. Dile que aún conservais las manos y la cabeza y que son las mismas de las que os enamorásteis. Mi amigo se fue, creo que bien aconsejado por mis palabras conseguiría volver a ser feliz.
A los tres dias coincidí en el mismo bar, tomando mi café de costumbre y leyendo las nuevas amenazas políticas en el periódico del día, de pronto algo me llamó la atención, un rostro me era conocido, en la sección ponía- SUICÍDIO, ``una mujer se suicida tras conocer la orden de deshaucio´´ mi corazón se paró por un momento, no podía dar crédito a lo que estaba viendo, ¡era la mujer de mi amigo Alvaro! ella no fue capaz de asumir tal golpe, y a mi se me agolpaban millones de imágenes por segundo, y tras las imágenes sentí arcadas, me daba asco a mi mismo, pues yo seguía siendo muy a mi pesar parte de esa masa gris llamada seres humanos, me preguntaba- ¿cómo podemos anteponer nuestro ego o nuestro bolsillo ante la felicidad de cualquier ser humano, aunque ésta nos lleve ante la mismísima parca?.
El camarero que hubo de pillar algo de la conversación de aquel día me miraba, movía la cabeza de lado a lado mientras yo lo miraba con mis ojos húmedos y enardecidos por la impotencia que acarrea ser conocedor del fracaso del ser humano.
A los poderosos- Jamás os recetaría pastillas pa` dormir, pues la noche es sabia y además amiga de la conciencia, y sólo le pido a mi amiga luna que os haga rumiar toda la noche la hierba podrida que habeis sembrado durante el día, eso si, aderezada con un poco de sangre de la mujer de mi amigo........
Nos tomemos una tercera y una cuarta copa, y ya el alcohol comenzaba a potenciar nuestra ira y desprecio por aquellos llamados poderosos, pero ya saben el dicho- los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Empezó a contarme un poco su vida, si he de ser sincero mi empatía con Alvaro en ese momento me hacía sufrir sus propios sufrimientos como si fuesen los mios propios, me contaba- recuerdo que hace un tiempo mi problema se basaba en qué coche comprar o cómo redecorar mi nueva casa, y de eso he pasado a esto otro. Yo le contesté, ese es el problema, hay gente que no soporta el que la gente de apié o los ciudadanos de tercera podamos tener ese tipo de conflictos, a los poderosos les interesa que nuestro único dilema en la vida sea el de ¡cómo vamos a llegar a fin de més! eso es lo que quieren, porque cuando evolucionamos e intentamos compararnos con ellos, éstos se sienten ofendidos, nunca aceptarán que nuestros sueños se asemejen a los suyos, se sienten superiores y dominadores del mundo y cuando nos vean levantar cabeza de una forma o de otra nos la harán agachar, son usureros de guante blanco, creadores de leyes para que todo siga igual, siempre preferirán llenar su alma de mierda mientras sus bolsillos se llenen de dinero y su ego de poder, a convertirse en auténticos seres humanos.
Entonces, con media sonrrisa me dijo- por cierto y tu a que te dedicas, yo le contesté- a escribir, soy escritor, o mejor dicho pretendo serlo, eso si, si me dejan. Entre risas y lágrimas me abrazó y comentó- pues aquí tienes una buena historia, le contesté- esta no es sólo tu historia, esta es la historia de la vida, ha sido, es, y será. Yo le pregunté ¿y tú, a qué te dedicas, o dedicabas?, y contestó- ahora estoy en paro, pero trabajaba en la construcción, mi casa me la hice yo, con mis propias manos, me faltó algún dinero para terminarla así que acudí al banco para pedir un crédito y el director me convenció para pedir un poco más y así poder comprarme un coche como el suyo, ya que era mi ilusión desde niño, y yo como tonto accedí, convencido de que siempre contaría con su apoyo, pero me equivoqué, eso está claro.
Se estaba haciendo tarde y comenzaba a oscurecer, le dije que lo invitaba a comer, así que pedimos unas cañas y algo de picar, en ese momento apareció su mujer, el día se le debió de hacer eterno, esperando la respuesta de su marido, o mejor dicho de su amigo el director de banco, ese que le incitó a meterse en un crédito superior para algo que sólo acrecenta el ego. La primera mirada se podía cortar con cuchillo de tensa que era, sólo dijo- llevo todo el día esperando, tengo el alma en un puño y tu ¡aquí de cañas!, lo siento cariño, respondió mi nuevo amigo, me encontré con un amigo y charlando se me pasaron las horas, y no me di cuenta de la hora que era, ¿has solucionado algo? preguntó ella, él miraba hacia el suelo, quería meter la cabeza bajo la corteza terrestre, no se atrevía a decirle a su mujer que todo fue inútil, de debían de abandonar su casa, pero por un momento se entrelazaron sus miradas y no hizo falta más comunicación, fue demoledor, ver como aquella señora aparentemente orgullosa de su marido se llevaba las manos a la cara ocultando las lágrimas que se escurrian de entre sus dedos, nos miró a los dos y se marchó, dejando la sombra de su alma resquebrajada junto a la barra del bar. Yo pensaba para mis adentros, ¿hay alguien capaz de poder dormir esta noche después de haber cometido tal aberración contra los derechos humanos? la respuesta era sí, siempre han dormido bien esa chusma que se hacen llamar ``poderosos´´ esa especie que es un especimen en si misma, esos que ven el mundo desde arriba, y que nos pisan y nos vuelven a pisar cual hormigas para mantener limpio su jardín, porque siempre hemos sido, somos y seremos una plaga para ellos.
Tras unos minutos de silencio le dije- Alvaro, ve tras tu mujer, no la dejes sola en este momento, él llorando me contestó- amigo, de veras que no me atrevo, yo que siempre le prometí que tendría lo mejor, que siempre le pedí apoyo y confianza, y lo obtuve todo de ella, con qué cara le digo ¡que le he fallado! tu no le has fallado buen amigo- dije yo- corre, ve y dile, que seguís siendo los mismos, y que os amais lo mismo, y que juntos os levantareis, no les deis pastillas pa` dormir a los poderosos, devaluaría su posterior sufrimiento. Dile que aún conservais las manos y la cabeza y que son las mismas de las que os enamorásteis. Mi amigo se fue, creo que bien aconsejado por mis palabras conseguiría volver a ser feliz.
A los tres dias coincidí en el mismo bar, tomando mi café de costumbre y leyendo las nuevas amenazas políticas en el periódico del día, de pronto algo me llamó la atención, un rostro me era conocido, en la sección ponía- SUICÍDIO, ``una mujer se suicida tras conocer la orden de deshaucio´´ mi corazón se paró por un momento, no podía dar crédito a lo que estaba viendo, ¡era la mujer de mi amigo Alvaro! ella no fue capaz de asumir tal golpe, y a mi se me agolpaban millones de imágenes por segundo, y tras las imágenes sentí arcadas, me daba asco a mi mismo, pues yo seguía siendo muy a mi pesar parte de esa masa gris llamada seres humanos, me preguntaba- ¿cómo podemos anteponer nuestro ego o nuestro bolsillo ante la felicidad de cualquier ser humano, aunque ésta nos lleve ante la mismísima parca?.
El camarero que hubo de pillar algo de la conversación de aquel día me miraba, movía la cabeza de lado a lado mientras yo lo miraba con mis ojos húmedos y enardecidos por la impotencia que acarrea ser conocedor del fracaso del ser humano.
A los poderosos- Jamás os recetaría pastillas pa` dormir, pues la noche es sabia y además amiga de la conciencia, y sólo le pido a mi amiga luna que os haga rumiar toda la noche la hierba podrida que habeis sembrado durante el día, eso si, aderezada con un poco de sangre de la mujer de mi amigo........
