LA señora de La Tejana

[Olimpia Era]

LA SEÑORA DE LA TEJANA

Llegó de tierra lejana
una hermosa mujer,
que se instaló en “La Tejana”
y la empezó a ver.

Era la joven esposa
del señor de la casa,
que, como necesites no pasa,
se puede permitir esta esposa.

Esta esposa es muy joven
y el señor ronda los setenta.
¿Será por su compenetración, por lo que se amen?
¿O tal vez, será la posición que el señor ostenta?

El señor está encantado
con su esposa treintañera
y no se preocupa de lo hablado
si no, de hacer feliz a su compañera.

Al pasar de los seis meses,
que el señor lleva casado,
se le ve desmejorado
y su esposa se pregunta que es.

Llega el médico a la hacienda
y le recomienda reposo
pero él, como buen esposo,
hace todo lo que su esposa pide que atienda.

Día triste el de hoy
que hay entierro en “La Tejana”,
el pésame a su esposa doy
y ella tiene la vista lejana.

Gracias a Dios bondadoso
la señora, con luto honroso,
va animándose por primavera
y llega un joven señor a su vera.

El la saca de la abstracción,
que no tuvo en ningún momento,
y en la cama entra en acción,
haciendo que la viuda al momento
no vaya, a honrar a su marido,
que en nada dio la talla.

Ella se quita el negro
y se viste de colores,
para gustar al extranjero,
que calma todos sus ardores.

Así va pasando el tiempo
y ella “La Tejana”,
prepara las maletas para ir
a tierras lejanas.

No tiene en cuenta la gente
que allí trabaja,
le preocupa solamente,
el dinero y las alhajas.

Ya pasados unos años,
la señora de “La Tejana”,
está sin dinero y con daños,
pues se alejó el extranjero,
cuando se acabó el dinero.

Olimpia Era

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