Los Radicales
Los radicales son gente honesta,
aun cuando digan la verdad
y muy a menudo mientan,
nunca dicen nada en vano
y nada dicen a medias,
por eso mismo le encantan a Dios,
porque van mas allá
de la falsedad o la certeza,
de la sencillez y la soberbia,
polos que se oponen y desean
pendular actitud de entrega.
Los radicales no tropiezan
ellos o levitan o tocan fondo,
se ocupan sin pretenderlo
del peor y mejor modo de hacerlo,
nunca serán indiferentes,
ni pasaran de largo en la vida
sin que los odie o los ame la gente
ellos y solo ellos saben
que la cotidianeidad nos envilece
y nos llena la boca de dichos,
de doctrinas y convencionalismos.
Los radicales no tienen cielo o infierno,
viven y mueren tantas veces
que no tienen necesidad de ellos,
no pelean sus propias batallas
pues o siempre las pierden
o siempre hay quien las gana
irán, verán y vencerán,
huirán, sin mirar, lo perderán.
Los radicales son dictadores y poetas,
ellos son lo que son o no son siquiera,
ellos admiten ser inadmisibles,
juran no jurar en vano,
viven los días que te sobran
y lloran tus penas y tu pasado.
Los radicales son a un tiempo
Romeo y Gengis Kan,
se llaman al mismo tiempo
Esperanza y Soledad,
Los radicales somos todos,
excepto yo, quizás.
Felipe León
Los radicales son gente honesta,
aun cuando digan la verdad
y muy a menudo mientan,
nunca dicen nada en vano
y nada dicen a medias,
por eso mismo le encantan a Dios,
porque van mas allá
de la falsedad o la certeza,
de la sencillez y la soberbia,
polos que se oponen y desean
pendular actitud de entrega.
Los radicales no tropiezan
ellos o levitan o tocan fondo,
se ocupan sin pretenderlo
del peor y mejor modo de hacerlo,
nunca serán indiferentes,
ni pasaran de largo en la vida
sin que los odie o los ame la gente
ellos y solo ellos saben
que la cotidianeidad nos envilece
y nos llena la boca de dichos,
de doctrinas y convencionalismos.
Los radicales no tienen cielo o infierno,
viven y mueren tantas veces
que no tienen necesidad de ellos,
no pelean sus propias batallas
pues o siempre las pierden
o siempre hay quien las gana
irán, verán y vencerán,
huirán, sin mirar, lo perderán.
Los radicales son dictadores y poetas,
ellos son lo que son o no son siquiera,
ellos admiten ser inadmisibles,
juran no jurar en vano,
viven los días que te sobran
y lloran tus penas y tu pasado.
Los radicales son a un tiempo
Romeo y Gengis Kan,
se llaman al mismo tiempo
Esperanza y Soledad,
Los radicales somos todos,
excepto yo, quizás.
Felipe León