Vertió en sus venas la morfina
con sus manos llenas de huesos,
enjambres de momentos presos
despertaron en su retina.
Pintó la furtiva neblina,
de inspiración con sus revezos
y por su sangre los excesos
quebraron toda disciplina.
Revuelta, furia y resplandor
estalló en su ilusión afable;
su mirada volcó el terror
al saber, que nada era fiable
y en los brazos del ruiseñor,
descubrió el cuchillo innombrable.
con sus manos llenas de huesos,
enjambres de momentos presos
despertaron en su retina.
Pintó la furtiva neblina,
de inspiración con sus revezos
y por su sangre los excesos
quebraron toda disciplina.
Revuelta, furia y resplandor
estalló en su ilusión afable;
su mirada volcó el terror
al saber, que nada era fiable
y en los brazos del ruiseñor,
descubrió el cuchillo innombrable.