Entre lo dulce
de tu boca,
y la sal
de tus estancias,
el marinero
halla en tu ombligo,
un remolino
que lo pierde.
Río y mar
que navegar,
eres mujer.
Déjate amar,
deja que atraque
en tu piel,un amor
que ha de zarpar,
pues el mar cansa,
y los puertos también.
¡Sin amor todo cansa!
Déjate amar mujer,
por un marinero amor,
de paseo por tu piel.
de tu boca,
y la sal
de tus estancias,
el marinero
halla en tu ombligo,
un remolino
que lo pierde.
Río y mar
que navegar,
eres mujer.
Déjate amar,
deja que atraque
en tu piel,un amor
que ha de zarpar,
pues el mar cansa,
y los puertos también.
¡Sin amor todo cansa!
Déjate amar mujer,
por un marinero amor,
de paseo por tu piel.