Mariana Cuaspa
Miembro Conocido
Me atreví a enrumbar la ternura
en la tersura de un sueño,
en el suspiro mimado de la tarde
con un gastado empeño de llegar a ti.
Intenté soñar
hilando las caricias,
donde todavía tibios
los harapos de mi dicha,
ésta inquietud otorga
el dulce pretexto encadenado a ti
con la complicidad del amanecer.
En esas miradas bañadas
del tiempo que ya no vuelve,
me arriesgué con turbadores recuerdos
que atesoran la nostalgia... Llegar a ti.
Me atreví: en un silencio elocuente
viajar por el alba
con la calma de una plegaria
rozando los sueños, llegar a ti.
Cuando la mañana y la ternura
colorean la lozanía del paisaje
me atrevo en un conmovedor suspiro
despacito... Llegar a ti.
Cuando me arriesgo,
te presiento en mis silencios.
Te llamo con una solicitud de letanías
recitadas en la tarde.
¡Intento que estemos juntos!
en la tersura de un sueño,
en el suspiro mimado de la tarde
con un gastado empeño de llegar a ti.
Intenté soñar
hilando las caricias,
donde todavía tibios
los harapos de mi dicha,
ésta inquietud otorga
el dulce pretexto encadenado a ti
con la complicidad del amanecer.
En esas miradas bañadas
del tiempo que ya no vuelve,
me arriesgué con turbadores recuerdos
que atesoran la nostalgia... Llegar a ti.
Me atreví: en un silencio elocuente
viajar por el alba
con la calma de una plegaria
rozando los sueños, llegar a ti.
Cuando la mañana y la ternura
colorean la lozanía del paisaje
me atrevo en un conmovedor suspiro
despacito... Llegar a ti.
Cuando me arriesgo,
te presiento en mis silencios.
Te llamo con una solicitud de letanías
recitadas en la tarde.
¡Intento que estemos juntos!
Última edición: