Arturo González
Miembro Activo
No pudiendolo explicar con mejores palabras que las del poeta Whitman, prosigo:
"... Y lo que diga hoy de mi, lo digo de ti,
Porque todo lo que tengo te pertenece;
Pues cada átomo de mi cuerpo es tuyo."
Soy Arturo González, de profesión sociólogo, de oficio músico y fotógrafo. Por convicción me he formado como amante del arte en todas sus formas, desde mi crianza temprana mi casa estuvo llena de libros, música, bailes, cuentos y leyendas de antaño que fueron haciendo de mi un niño curioso, del niño curioso una mente hambrienta, y de la mente hambrienta un corazón deseoso.
Me considero, como tantos otros, transeunte de este mundo, afanoso de recorrer las calles de las ciudades a pie, amante de la noche y el vino, hablante del viento. Con este último, forjé una relación hace tiempo, aún en mi niñez y empezando a querer ser hombre, cuando me dio sus primeras lineas.
Considerado por muchos como un malinchista, pues la memoria de los poetas que guardo y admiro, muchos del habla inglesa, se ve reflejada en mi obra. Es inevitable la influencia de un poeta sobre otro. Debido al mismo "acervo" del que me precio tener, y un afortunado dominio y amor por las lenguas extranjeras, he incursionado en la libre traducción y adaptación de poemas.
Estoy ansioso de compartir con ustedes, caminantes del mismo rumbo. Me presento ante ustedes sin presunción ni ambición alguna; "el resto... -como escribiera nuestro amigo Will- ... es silencio."
"... Y lo que diga hoy de mi, lo digo de ti,
Porque todo lo que tengo te pertenece;
Pues cada átomo de mi cuerpo es tuyo."
Soy Arturo González, de profesión sociólogo, de oficio músico y fotógrafo. Por convicción me he formado como amante del arte en todas sus formas, desde mi crianza temprana mi casa estuvo llena de libros, música, bailes, cuentos y leyendas de antaño que fueron haciendo de mi un niño curioso, del niño curioso una mente hambrienta, y de la mente hambrienta un corazón deseoso.
Me considero, como tantos otros, transeunte de este mundo, afanoso de recorrer las calles de las ciudades a pie, amante de la noche y el vino, hablante del viento. Con este último, forjé una relación hace tiempo, aún en mi niñez y empezando a querer ser hombre, cuando me dio sus primeras lineas.
Considerado por muchos como un malinchista, pues la memoria de los poetas que guardo y admiro, muchos del habla inglesa, se ve reflejada en mi obra. Es inevitable la influencia de un poeta sobre otro. Debido al mismo "acervo" del que me precio tener, y un afortunado dominio y amor por las lenguas extranjeras, he incursionado en la libre traducción y adaptación de poemas.
Estoy ansioso de compartir con ustedes, caminantes del mismo rumbo. Me presento ante ustedes sin presunción ni ambición alguna; "el resto... -como escribiera nuestro amigo Will- ... es silencio."