Melocotón te llamaba;
por tu pelo rubio llama,
por tus labios carnosos
con ese sabor delicioso,
por tu piel aterciopelada
auténtica imagen velada,
por tus curvas y figura
por tu delicadeza y finura
en el pedestal colgada
Ahora, melocotón te llamo
para ver si caes de la rama
que debajo está mi cama
y yo, que a ti solo reclamo.