Antonio Jurado
Miembro Conocido
No acertaba a comprender
todo lo que me pasaba
pues nada me salía bien
por mucho que me esforzara.
Un enemigo invisible
que nunca daba la cara
impedía que yo pudiera
salir a flote en la vida
con trabajo y con tesón
y sin descanso luchaba,
para salir de aquel pozo
sin que nadie me ayudara.
Pero pasó mucho tiempo
y era para mí la vida
como una pared tan alta
que nunca podría saltarla.
Y un día el cielo nació azul.
Ya no estaba todo oscuro,
dibujaba el horizonte
a lo largo de su línea
un brillo que destellaba.
Y ya desde aquel momento
nunca más volví a sufrir,
quizás el destino se puso
de mi parte esa mañana.
Y las ganas de llorar
y el miedo a tanto penar,
con los malos pensamientos
huyeron en desbandada.
Porque había vuelto otra vez
a entrar el sol con su luz,
para alumbrarme la vida
de nuevo por mi ventana.
Antonio Jurado (España)
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