Alejandro Guardiola
Miembro Conocido
Con las manos cansadas
y el recuerdo perdido
en la boca del alma
va cosiendo el mañana
De tristezas y penas
acechando en la noche
cuando buscas el sueño
y no lo puedes lograr
Triste estaba la calle
solitaria y tranquila
y el aire denso y quieto
cuando yo te vi llegar
Perdido en el instante
juntemos nuestros labios
amor de primavera
que poco puede durar
Las horas de amargura
pagaron aquel beso
y en soplo del viento
tú te alejaste de mí
Sediento de tus besos
mi boca siempre presta
hoy gime silenciosa
en su triste palpitar
Manchando mis cuartillas
con tristes garabatos
mientras tiembla mi mano
y se rompe mi razón
Benditas sean las horas
aquellas que estuviste
maldita la negrura
más bendito fue tu amor
Cuando el viento se acalle
y las aguas se calmen
alejados los gritos
del recuerdo del ayer
Hoy brindo por ti mujer
pues ya pasé las penas
y las brasas del fuego
se tornaron cenizas
Un retorno a la dicha
a la nueva esperanza
se desvanece el llanto
sobre las muertas ramas
Ya casi no me importa
si yo te pude querer
hoy juego con los labios
en brazos de otra mujer
No sé si me recuerdas
no sé si me quisiste
más poco ya me importa
el lugar en donde estés
Eres solo un recuerdo
de mi triste pasado
una pluma sin nombre
que con la lluvia se fue
y el recuerdo perdido
en la boca del alma
va cosiendo el mañana
De tristezas y penas
acechando en la noche
cuando buscas el sueño
y no lo puedes lograr
Triste estaba la calle
solitaria y tranquila
y el aire denso y quieto
cuando yo te vi llegar
Perdido en el instante
juntemos nuestros labios
amor de primavera
que poco puede durar
Las horas de amargura
pagaron aquel beso
y en soplo del viento
tú te alejaste de mí
Sediento de tus besos
mi boca siempre presta
hoy gime silenciosa
en su triste palpitar
Manchando mis cuartillas
con tristes garabatos
mientras tiembla mi mano
y se rompe mi razón
Benditas sean las horas
aquellas que estuviste
maldita la negrura
más bendito fue tu amor
Cuando el viento se acalle
y las aguas se calmen
alejados los gritos
del recuerdo del ayer
Hoy brindo por ti mujer
pues ya pasé las penas
y las brasas del fuego
se tornaron cenizas
Un retorno a la dicha
a la nueva esperanza
se desvanece el llanto
sobre las muertas ramas
Ya casi no me importa
si yo te pude querer
hoy juego con los labios
en brazos de otra mujer
No sé si me recuerdas
no sé si me quisiste
más poco ya me importa
el lugar en donde estés
Eres solo un recuerdo
de mi triste pasado
una pluma sin nombre
que con la lluvia se fue