isidro4755parra@gmail.com
Miembro Conocido
Nací de una botella de aguardiente
consumida por un león de ojos ebrios,
crecí con dolor en la sonrisa,
la tristeza de la garza,
y la alegría del viento.
Era como un cadáver
lleno de mundo
que dialogaba con la belleza
y escribía lamentos.
Me convertí en un río
que respiraba con la memoria
y protegía mi vientre
preñado de pensamientos
de las serpientes efervescentes
escondiéndome
en el hueco de una guayaba
convertida en gusano.
Sembré en mi corazón una gaviota
y sus raíces no volaron,
gatearon como un niño
que tiene plumas en sus manos
y ojos en las plantas de sus pies
para mirar hacia atrás.
¿Qué soy?
místico o fantástico
busco respuestas
en mi colchón lleno de escorpiones
pero sólo los secretos
salen a caminar
y observo que son cómplices
que cobran un peaje
por no estrangular mis sueños
Ahora... casi ebrio
espanto el aire
y abrazo los poemas
que hablan de la tierra
y del hambre saciada por la muerte
acaricio la mugre de los indigentes
y me disfrazo con sus alientos
para perderme en el callado silencio
que devora con desprecio mis entrañas
y que convierte mis ojos en dos charcas
que guardan el agua de mi alma
porque... ¡Mi madre me hizo así !
16/03/2014
Ysidro Parra _ Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
consumida por un león de ojos ebrios,
crecí con dolor en la sonrisa,
la tristeza de la garza,
y la alegría del viento.
Era como un cadáver
lleno de mundo
que dialogaba con la belleza
y escribía lamentos.
Me convertí en un río
que respiraba con la memoria
y protegía mi vientre
preñado de pensamientos
de las serpientes efervescentes
escondiéndome
en el hueco de una guayaba
convertida en gusano.
Sembré en mi corazón una gaviota
y sus raíces no volaron,
gatearon como un niño
que tiene plumas en sus manos
y ojos en las plantas de sus pies
para mirar hacia atrás.
¿Qué soy?
místico o fantástico
busco respuestas
en mi colchón lleno de escorpiones
pero sólo los secretos
salen a caminar
y observo que son cómplices
que cobran un peaje
por no estrangular mis sueños
Ahora... casi ebrio
espanto el aire
y abrazo los poemas
que hablan de la tierra
y del hambre saciada por la muerte
acaricio la mugre de los indigentes
y me disfrazo con sus alientos
para perderme en el callado silencio
que devora con desprecio mis entrañas
y que convierte mis ojos en dos charcas
que guardan el agua de mi alma
porque... ¡Mi madre me hizo así !
16/03/2014
Ysidro Parra _ Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
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