Poeta Errante
Miembro Conocido
Muriendo de a poco
Los latidos de ese corazón se van apagando
como los rayos en un claro atardecer,
pulsos débiles confirman que está muriendo de amor,
pues no ha de soportar su existencia.
Lentamente los pensamientos se alejan de esta realidad,
como un tren impulsado a vapor se aleja del andén,
dejando atrás recuerdos de los gloriosos momentos,
donde la vida era el imperativo sustantivo para amar.
Esa alma va muriendo de a poco encontrados con el dolor,
compañero de la fría soledad que enfría ese interior,
un sendero marcado está donde cruzará el umbral de la locura,
para perderse en la niebla que causan sus propios fantasmas.
Algunos corazones no nacieron para este mundo,
ellos necesitan descansar buscando la paz lejos de lo mundano e impersonal,
apartados de la desidia y la violencia social,
lejos de la cotidianeidad de los actos humanos.
Gerardo Augusto Pace Bruno o Poeta Errante
Derechos reservados del autor, 2014
Los latidos de ese corazón se van apagando
como los rayos en un claro atardecer,
pulsos débiles confirman que está muriendo de amor,
pues no ha de soportar su existencia.
Lentamente los pensamientos se alejan de esta realidad,
como un tren impulsado a vapor se aleja del andén,
dejando atrás recuerdos de los gloriosos momentos,
donde la vida era el imperativo sustantivo para amar.
Esa alma va muriendo de a poco encontrados con el dolor,
compañero de la fría soledad que enfría ese interior,
un sendero marcado está donde cruzará el umbral de la locura,
para perderse en la niebla que causan sus propios fantasmas.
Algunos corazones no nacieron para este mundo,
ellos necesitan descansar buscando la paz lejos de lo mundano e impersonal,
apartados de la desidia y la violencia social,
lejos de la cotidianeidad de los actos humanos.
Gerardo Augusto Pace Bruno o Poeta Errante
Derechos reservados del autor, 2014