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No pude silenciar la mañana...



No pude esconder el tiempo en los arrecifes de tus uñas,
no pude detener la mañana que amenazante nos acechaba.
No pude retener la luna en el borde de la madrugada
ni obligar al sol a que mantuviera su luz apagada.

No pude esconder en mi pecho tus ojos de ámbar,
ni retener eternamente la voz de las hadas.
No pude descolorar los años que amenazan mi tez,
ni retener los latidos del amanecer.

Como anhelé que la noche no terminara
y por siempre descubrirte dormido en mi almohada.
Como anhelé dar cien campanadas
y anunciar que en mi playa te anchabas.

Pero llegó el día con su sol,
llegaron las horas con su dolor
y tu partida aún quiebra mi corazón.

alec

 
Última edición:
Querido amigo a veces la vida es quien marca las despedidas
y en esos momentos no nos queda otra que aceptarlas, aunque
nos sobren las ganas de parar el tiempo justo cuando nos
reflejamos en la mirada del ser amado, gracias por
navegar mis mares y ser como eres, un abrazo y bendiciones.
 

amada

Moderadora del Foro Compartiendo Tristezas
Bellisimos y tristes versos preciosa¡¡¡..un mar de lágrimas se necesitan para un olvido, pero un corazón agrietado se calma con un amor desbordado. Un abrazo con mi alma.
 
El sol siempre nos dá nuevas esperanzas aunque el alma parta con el amor, bellisimos y tristes veros. Felicitaciones Alec por estas maravillosas letras, aplausos y saludos amiga poeta

 


No pude esconder el tiempo en los arrecifes de tus uñas,
no pude detener la mañana que amenazante nos acechaba.
No pude retener la luna en el borde de la madrugada
ni obligar al sol a que mantuviera su luz apagada.

No pude esconder en mi pecho tus ojos de ámbar,
ni retener eternamente la voz de las hadas.
No pude descolorar los años que amenazan mi tez,
ni retener los latidos del amanecer.

Como anhelé que la noche no terminara
y por siempre descubrirte dormido en mi almohada.
Como anhelé dar cien campanadas
y anunciar que en mi playa te anchabas.

Pero llegó el día con su sol,
llegaron las horas con su dolor
y tu partida aún quiebra mi corazón.

alec

ALEC

¡Cómo suenan tus melancólicos versos
y quiebras los corazones!

Abrazos y besos desde mi balcón quiteño
de geranios multicromáticos,

Guillermo.
 

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