isidro4755parra@gmail.com
Miembro Conocido
No se que pasò esa noche de fiesta
lleguè acompañado de algunos amigos
la mùsica suave invitaba a bailar
bebì algunas copas y una mujer joven
con insinuaciones llegò hasta el lugar:
bailamos, -me dijo- yo la complacì
tome su cintura, temblaron mis manos,
y en giros muy lentos se empezò a mover,
se pegò a mi cuerpo,
note la tibieza de sus duros pechos,
me envolviò su aroma
a lirios y azucenas
y entre paso y paso me embriagaba màs.
Dejò su cabeza caer sobre mi hombro
y besos al cuelll¡o me empezaba a dar;
perdì la cordura, neguè la razòn,
la arrastre hacia afuera del amplio salòn,
la lanzè a la tierra, rompì sus vestidos,
no hablaba, gemìa,
y cada gemido encendìa mi sangre.
No recuerdo nada, perdì la cabeza,
y con el sonido de la mùsica suave
los dos comenzamos la danza del amor;
pero terminamos muy sucios de besos,
desnudos, y llenos de una gran pasiòn
¡ Què hizo que esa noche naciera el amor!
14\12\2014
Ysidro Parra - Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
lleguè acompañado de algunos amigos
la mùsica suave invitaba a bailar
bebì algunas copas y una mujer joven
con insinuaciones llegò hasta el lugar:
bailamos, -me dijo- yo la complacì
tome su cintura, temblaron mis manos,
y en giros muy lentos se empezò a mover,
se pegò a mi cuerpo,
note la tibieza de sus duros pechos,
me envolviò su aroma
a lirios y azucenas
y entre paso y paso me embriagaba màs.
Dejò su cabeza caer sobre mi hombro
y besos al cuelll¡o me empezaba a dar;
perdì la cordura, neguè la razòn,
la arrastre hacia afuera del amplio salòn,
la lanzè a la tierra, rompì sus vestidos,
no hablaba, gemìa,
y cada gemido encendìa mi sangre.
No recuerdo nada, perdì la cabeza,
y con el sonido de la mùsica suave
los dos comenzamos la danza del amor;
pero terminamos muy sucios de besos,
desnudos, y llenos de una gran pasiòn
¡ Què hizo que esa noche naciera el amor!
14\12\2014
Ysidro Parra - Venezuela
Reservados Derechos de Autor.