Robinson Alexis Vera
Miembro
Y tu recuerdo cubre
nuevamente mis lagrimas
que van hiriendo cada
partícula de mi cuerpo
donde tus besos se
traslucen con la luna
al despertar el alba…
pues entendí que cada
momento era único
como único era tu amor
con el mío…
juntos éramos cómplices
de la pasión, de la esperanza,
del día y de la noche…
y con arrogancia te jactabas
del amor que te predicaba...
y que nada y nadie nos iba
a separar y muchos menos
la muerte tendría la osadía
de quitarnos nuestras almas…
para nosotros el amor era
infinito como lo es el inexistente
final del cielo, como la luz de tus ojos
y el calor de tu cuerpo…
....y recuerdo levitar en el éter
de tus labios y la humedad
de tu caprichosa lengua
que incursionaba cada poro
de mi cuerpo…
donde asediabas mi rebeldía...
pero nuestros ojos
se fueron apartando de la luz
del día y de la noche
hasta que nos consumió
el tiempo, la monotonía,
y nos perdimos en nuestros
desaciertos y en un vendaval
de un misterioso desierto
de silencio, y al final un frío
adiós con eco que hace polvo
los huesos y oprime el pecho…
y lagrimas donde no las hubo
llegaron para quedarse dejando
en un recuerdo todo lo vivido.
by Caballero de los Versos.
Libro " Distancias " 2015,
Chile.
nuevamente mis lagrimas
que van hiriendo cada
partícula de mi cuerpo
donde tus besos se
traslucen con la luna
al despertar el alba…
pues entendí que cada
momento era único
como único era tu amor
con el mío…
juntos éramos cómplices
de la pasión, de la esperanza,
del día y de la noche…
y con arrogancia te jactabas
del amor que te predicaba...
y que nada y nadie nos iba
a separar y muchos menos
la muerte tendría la osadía
de quitarnos nuestras almas…
para nosotros el amor era
infinito como lo es el inexistente
final del cielo, como la luz de tus ojos
y el calor de tu cuerpo…
....y recuerdo levitar en el éter
de tus labios y la humedad
de tu caprichosa lengua
que incursionaba cada poro
de mi cuerpo…
donde asediabas mi rebeldía...
pero nuestros ojos
se fueron apartando de la luz
del día y de la noche
hasta que nos consumió
el tiempo, la monotonía,
y nos perdimos en nuestros
desaciertos y en un vendaval
de un misterioso desierto
de silencio, y al final un frío
adiós con eco que hace polvo
los huesos y oprime el pecho…
y lagrimas donde no las hubo
llegaron para quedarse dejando
en un recuerdo todo lo vivido.
by Caballero de los Versos.
Libro " Distancias " 2015,
Chile.