Tenías que haber sido mi amor,
pero brotaste temprana
tenías que aliviar mi dolor,
y mi pelo se hizo cana.
El destino siempre tuerce
como el cauce de un río
no endereza, aunque se fuerce
es tortuoso, el desvarío
y todos llegan a su mar
aunque tengan que esperar
pero tu mar, no es el mío.