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Miembro Conocido
No sé que cosa me pides,
no sé que cosa pedir,
si morir por no quererte
o quererte hasta morir
(Andrés Eloy Blanco)
Con la humildad de la noche
y la codicia del viento,
llego a ti;pero presiento
que todo ha sido un derroche.
Y en un argentado coche
con amargura decides
darme tu amor que divides
pues no quieres ofenderme
y en tus ansias de no verme
no sé que cosa me pides.
Cansado de tu desdén
y de mi afán de adorarte
solo quisiera expresarte
que soy tu mal o tu bien;
pero te digo también
entre dar y recibir
me está matando el vivir
pensando en ti cada día
y al vivir en tu alegría
no sé que cosa pedir.
Ya no hay la motivación
de vivir con tu desprecio
porque has llamado hasta necio
a mi pobre corazón.
Hoy vivo con la ilusión
y las ansias de tenerte,
y aunque ya no pueda verte
aún te siento ardiente y pura
y pienso: vida, dulzura,
si morir por no quererte.
Tengo en la imaginación
tu aliento y tu voz serena,
guardo también una pena
que enluta mi corazón.
Si no pierdo la razón
me acostumbraré a vivir
con la dicha de decir:
_cuanto te amo mujer_
o dejarte de querer
o quererte hasta morir.
11/10/2015
Ysidro Parra _ Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
no sé que cosa pedir,
si morir por no quererte
o quererte hasta morir
(Andrés Eloy Blanco)
Con la humildad de la noche
y la codicia del viento,
llego a ti;pero presiento
que todo ha sido un derroche.
Y en un argentado coche
con amargura decides
darme tu amor que divides
pues no quieres ofenderme
y en tus ansias de no verme
no sé que cosa me pides.
Cansado de tu desdén
y de mi afán de adorarte
solo quisiera expresarte
que soy tu mal o tu bien;
pero te digo también
entre dar y recibir
me está matando el vivir
pensando en ti cada día
y al vivir en tu alegría
no sé que cosa pedir.
Ya no hay la motivación
de vivir con tu desprecio
porque has llamado hasta necio
a mi pobre corazón.
Hoy vivo con la ilusión
y las ansias de tenerte,
y aunque ya no pueda verte
aún te siento ardiente y pura
y pienso: vida, dulzura,
si morir por no quererte.
Tengo en la imaginación
tu aliento y tu voz serena,
guardo también una pena
que enluta mi corazón.
Si no pierdo la razón
me acostumbraré a vivir
con la dicha de decir:
_cuanto te amo mujer_
o dejarte de querer
o quererte hasta morir.
11/10/2015
Ysidro Parra _ Venezuela
Reservados Derechos de Autor.