Jorge Toro
Miembro Conocido
Las veo doquiera vaya
gestando un hijo en su vientre
o cargándolo en su seno
y besándole la frente.
Amamantándolo tiernas
o paseándolo en coche,
enseñándole las letras
y a dibujar monigotes.
Las veo doquiera vaya
llevándolos de la mano,
respondiendo a sus preguntas
y llenándolos de abrazos.
Alegrándoles con risas,
acudiendo a sus llamados,
cuidando de sus heridas
y guiando todos sus pasos.
Las veo doquiera vaya
poner el pecho sin queja
haciendo miles labores
para que todos bien crezcan.
Batallando sin descanso
sacándolos adelante,
defendiendo su progenie
con impetuoso talante.
Las veo doquiera vaya
canosas y envejecidas,
pero llenas de sonrisas
y gratitud a la vida.
Abuelas de muchos nietos
con su figura diezmada
repartiendo sus caricias
y grandiosas enseñanzas.
Las veo doquiera vaya
y siempre las veo igual
con su imagen de ternura
y amor incondicional.
Como ocultas heroínas
de toda la inmensa tierra
donde hicieron de su vida
misión de amor y de entrega.
Las veo doquiera vaya
en la noche en la mañana
como perfectas criaturas
de toda la especie humana.
Con un amor sin fronteras
un corazón inefable
y una entrega sin descanso…
sólo aquellas, ¡nuestras madres!
Que este día sin reservas
les llenen las alegrías
y la vida nos permita
tenerlas eternos días.
Y que sepamos premiarles
con el más genuino afecto
una minúscula parte
de cuanto guarda su pecho:
Un amor que es más inmenso
que todo el azul del cielo.
A todas las madres del mundo
una especial congratulación
y un gran abrazo en su día.
gestando un hijo en su vientre
o cargándolo en su seno
y besándole la frente.
Amamantándolo tiernas
o paseándolo en coche,
enseñándole las letras
y a dibujar monigotes.
Las veo doquiera vaya
llevándolos de la mano,
respondiendo a sus preguntas
y llenándolos de abrazos.
Alegrándoles con risas,
acudiendo a sus llamados,
cuidando de sus heridas
y guiando todos sus pasos.
Las veo doquiera vaya
poner el pecho sin queja
haciendo miles labores
para que todos bien crezcan.
Batallando sin descanso
sacándolos adelante,
defendiendo su progenie
con impetuoso talante.
Las veo doquiera vaya
canosas y envejecidas,
pero llenas de sonrisas
y gratitud a la vida.
Abuelas de muchos nietos
con su figura diezmada
repartiendo sus caricias
y grandiosas enseñanzas.
Las veo doquiera vaya
y siempre las veo igual
con su imagen de ternura
y amor incondicional.
Como ocultas heroínas
de toda la inmensa tierra
donde hicieron de su vida
misión de amor y de entrega.
Las veo doquiera vaya
en la noche en la mañana
como perfectas criaturas
de toda la especie humana.
Con un amor sin fronteras
un corazón inefable
y una entrega sin descanso…
sólo aquellas, ¡nuestras madres!
Que este día sin reservas
les llenen las alegrías
y la vida nos permita
tenerlas eternos días.
Y que sepamos premiarles
con el más genuino afecto
una minúscula parte
de cuanto guarda su pecho:
Un amor que es más inmenso
que todo el azul del cielo.
A todas las madres del mundo
una especial congratulación
y un gran abrazo en su día.
