Daniel
Miembro Conocido
Yo creía que las flores
eran tus ojos abiertos,
que pintaban los colores
en lo dulce de mis besos;
tus palabras las canciones
donde dormían los cielos
y las caricias temblores
estremeciendo luceros.
Mis dedos fueron los bosques
para encenderte los fuegos
y en lo intenso de tus montes
hallé cascadas de hielos;
yo creía que los dioses
te habían dado sus verbos,
porque en tu piel los derroches
alimentaban mis egos.
Aprendí que tus fulgores
eran cruces de silencios,
donde no alumbraban soles
ni nacían universos;
solo selvas sin tambores,
la vacuidad de los tiempos,
eras muñeca de poses
sin realidades, ni sueños.
Partí con lunas sin noches
y rogando a los infiernos,
te dieran mil ilusiones
para quitarte los miedos.
Yo sigo en busca de amores
lleno de rimas y versos,
porque existen corazones,
que enamoran sin espejos.
eran tus ojos abiertos,
que pintaban los colores
en lo dulce de mis besos;
tus palabras las canciones
donde dormían los cielos
y las caricias temblores
estremeciendo luceros.
Mis dedos fueron los bosques
para encenderte los fuegos
y en lo intenso de tus montes
hallé cascadas de hielos;
yo creía que los dioses
te habían dado sus verbos,
porque en tu piel los derroches
alimentaban mis egos.
Aprendí que tus fulgores
eran cruces de silencios,
donde no alumbraban soles
ni nacían universos;
solo selvas sin tambores,
la vacuidad de los tiempos,
eras muñeca de poses
sin realidades, ni sueños.
Partí con lunas sin noches
y rogando a los infiernos,
te dieran mil ilusiones
para quitarte los miedos.
Yo sigo en busca de amores
lleno de rimas y versos,
porque existen corazones,
que enamoran sin espejos.