Araciel Abaddon
Miembro Conocido
Tres días seguidos Carlos
visito a su detenida
y tres noches le negó
amistad ni confianza
alguna, pues su desprecio
hacia Carlos, estaba
cargado de ira, rabia
y orgullo herido, de
sentirse aprisionada,
con su propia maldad de
compañía, y sin poder
deshacerse de su cautiverio.
Carlos estaba obligado a
no dejar abandonada a su
detenida misteriosa, pues
el era el encargado de
no dejarla morir, para
descubrir que se esconde
debajo de tanta maldad
y lujuria.
A la cuarta noche, Carlos
bajo al sótano con un saco,
encendió las luces del
Garaje,y con cierto temor
y nerviosismo, se acerco
a la gran jaula, pues no
siempre se tiene como
prisionera a una mujer
vampiro, un ser venido
de los Infiernos.
Ella lo miro con indiferencia
y el se acerco a un metro
de los barrotes donde ella
estaba metida, ella le
miro a los ojos y le dijo:
¡LO QUE LLEVAS EN ESE SACO,
NO ME SIRVE PARA NADA!...
Y el le respondió: ¡Pues
es lo que hay!, Carlos le
soltó el saco entre medias
de los barrotes, y ella lo
cogió, y de el saco un gato
ya adulto, y lo acaricio
y beso acercándoselo a la
cara, y con rabia, le hinco
los colmillos y se alimento
de su sangre, delante de
Carlos, que trataba de apartar
la vista para otro sitio,mas
por lastima por el minino,
que por asco.
Carlos se alejo dejando allí
a su enemiga y su festín,
y se puso a trabajar en su banco
de herramientas que tenia
allí en el mismo Garaje.
Ella una vez terminada su
cena lo observaba, como
trabajaba absorto en sus
pensamientos, aquel humano,
aquel mortal, que se atrevió
a desafiarla, y poco a poco
ella sintiese curiosidad por
su carcelero, aunque para
Carlos seguiría negativa
y en contra de el.
La siguiente noche,el humano
mortal, visito a la mujer
vampiro inmortal, con otro
saco entre sus manos, en la
cual, saco un conejo y se
lo ofreció a su cautiva.
Ella accedió y lo cogió de
entre las manos de el, con
toda la confianza del mundo.
Una vez alimentada, esta
vez ella le hablo con mas
humanidad, que como bestia
enjaulada, y le dijo:
-No puedo seguir así de
esta manera, mi ser solo
puede alimentarse de sangre
humana, todo lo que me
ofreces solo llena una
cuarta parte de todo lo que
yo necesito, ¿me entiendes?,
se lo que me quieres decir
mujer, pero yo no soy
un asesino, no te traeré
a nadie, ni una persona
humana, para que tu le
quites la vida...
Entonces ella muy furiosa
le tiro los restos del
conejo a la cara y le dijo:
¡¡PUES VETE A LA MIERDA!!.
Carlos durante dos días
no bajo al sótano, estaba
contrariado, y no sabia que
hacer con aquella criatura
encerrada en su Garaje.
Que puedo hacer, debajo de
esa horrible criatura se
esconde tan bella mujer, que
me tiene hechizado y voy a
perder, toda mi dignidad
humana si me enamoro, de
esa cosa, que no se que es.
Por fin Carlos bajo al
sótano, pues se debe aquel
ser, si no para que la detuvo
sin pensar en las consecuencias
que vendrían después.
Ella estaba bellísima a pesar
de no estar bien alimentada,
allí metida en su encierro
dorado, y el se perturbaba,
mirándola, cosa que a ella
en su parte de mujer, no se
le escapaba detalle alguno
de estar el enamorado de ella, le miro
a los ojos mientras cogía
el saco con su cena y le dijo:
-Se que eres muy buena persona,
y no puedes hacer ciertas cosas,
pero si no me puedes alimentar
como yo debo alimentarme,
¡MÁTAME!,O SUÉLTAME DE ESTOS
BARROTES Y ME IRÉ DE ESTA
CIUDAD...
Yo te soltaría mujer vampiro,
pero volverás a matar, aquí
o en otra ciudad, y yo debo
evitar esto último, ¡POR
QUE NO PUEDES ALIMENTARTE
DE OTRO MODO,MALDITA MUJER!
Carlos de rabia, la grito
y pego un portazo, cerro
el Garaje y se fue refunfuñando.
Penoso camino escogió Carlos,
robar sangre humana en un
Hospital, de difícil acceso,
para alimentar, a su amor
imposible de calificar.
Pero gracias a un familiar
suyo, de vigilante se puso
en un Hospital, para cubrir
bajas sin cesar, de unas
gripes con malestar.
La alegría y esperanza
volvió al entorno de Carlos,
pues su mujer vampiro probo
la sangre humana, donada
por muchos, y que ella supo
apreciar, pues aquello era
mejor que nada,y el robaba
todos los días al vigilar
la entrada y salida de
sangre sin parar, y algún
paquete nunca llegaba a la
nevera, pues en su bolsa
se la llevaba, para alimentar
una novia sin catalogar.
El estaba sentado en el
suelo con la espalda apoyada contra la verja la puerta de
los barrotes, y ella a su
lado, al otro lado del enrejado,
y el le pregunto: Tienes nombre
mujer de la noche, y ella le
contesto: Laura.
-Dime Laura, te sientes mejor
así, con esta sangre que
te consigo para ti, ¿pues es
humana como tu querías?...
Ella se sonrío, y le dijo:
Estoy muy agradecida, por lo
que estas arriesgando por mi,
no te creas que no me doy
cuenta de ello, pero es que
sin sangre humana, hubiese
muerto tarde o temprano.
-Cierto es Carlos que yo
prefiero buscar a mis victimas
pues disfruto de ello como
un depredador ataca el rebaño,
es mi instinto de vampiro, pero me siento muy halagada,
pues es como si me trajesen
el desayuno todos los días
a la cama, y ese detalle, a las
mujeres nos encanta del barón.
-Ya que estamos en tan interesante
conversación Laura,contesta
si puedes a esta pregunta,cual
es tu aspecto real, el de vampiro
o mujer...Mi aspecto normal es
el de mujer, pero cuando me alimento,
necesito adquirir mucha fuerza
salvaje y soy un vampiro, un ser
demoniaco para intimidar a mi victima.
-Gracias por decírmelo Laura.
-Aquí estoy yo, prisionera de ti,
mi querido mortal, para contestar
a tus inquietas preguntas, pero
estoy contenta, de que te hagas
cargo de que solo puedo vivir
con sangre humana, y arriesgues
tu vida por mi.
-Yo laura creo, que me,he
enamorado como un tonto de ti,
mujer de la noche, que puedo
hacer si no darte la vida, para
que puedas vivir a mi lado.
Eres mayor y te falla el corazón,
déjame darte el beso del
vampiro con cariño y serás
joven de nuevo y eterno, y a mi
lado vivirás para siempre.
No se mujer, es un poco duro,
pensar que tengo que vivir
quitándole la vida a otros,
prefiero vivir cerca de ti
hasta que la muerte se me lleve,
y tener un grato recuerdo
de ti, en el mas allá,¡no,no
me beses Laura, déjame así,
mayor y sabio, vivo mejor,
que joven e imprudente ya fui.
-Yo también he aprendido a
quererte, Carlos, mi humano
y alimento ahora de mi corazón,
solo quiero hacerte una pregunta,
si tanto me amas, ¿me podrías
hacer un gran favor?...
-Por supuesto Laura, que puede
hacer este viejo enamorado de ti.
-SUÉLTAME, ME SIENTO ENJAULADA
COMO UN RUISEÑOR Y MORIR...
Araciel Abaddon.
visito a su detenida
y tres noches le negó
amistad ni confianza
alguna, pues su desprecio
hacia Carlos, estaba
cargado de ira, rabia
y orgullo herido, de
sentirse aprisionada,
con su propia maldad de
compañía, y sin poder
deshacerse de su cautiverio.
Carlos estaba obligado a
no dejar abandonada a su
detenida misteriosa, pues
el era el encargado de
no dejarla morir, para
descubrir que se esconde
debajo de tanta maldad
y lujuria.
A la cuarta noche, Carlos
bajo al sótano con un saco,
encendió las luces del
Garaje,y con cierto temor
y nerviosismo, se acerco
a la gran jaula, pues no
siempre se tiene como
prisionera a una mujer
vampiro, un ser venido
de los Infiernos.
Ella lo miro con indiferencia
y el se acerco a un metro
de los barrotes donde ella
estaba metida, ella le
miro a los ojos y le dijo:
¡LO QUE LLEVAS EN ESE SACO,
NO ME SIRVE PARA NADA!...
Y el le respondió: ¡Pues
es lo que hay!, Carlos le
soltó el saco entre medias
de los barrotes, y ella lo
cogió, y de el saco un gato
ya adulto, y lo acaricio
y beso acercándoselo a la
cara, y con rabia, le hinco
los colmillos y se alimento
de su sangre, delante de
Carlos, que trataba de apartar
la vista para otro sitio,mas
por lastima por el minino,
que por asco.
Carlos se alejo dejando allí
a su enemiga y su festín,
y se puso a trabajar en su banco
de herramientas que tenia
allí en el mismo Garaje.
Ella una vez terminada su
cena lo observaba, como
trabajaba absorto en sus
pensamientos, aquel humano,
aquel mortal, que se atrevió
a desafiarla, y poco a poco
ella sintiese curiosidad por
su carcelero, aunque para
Carlos seguiría negativa
y en contra de el.
La siguiente noche,el humano
mortal, visito a la mujer
vampiro inmortal, con otro
saco entre sus manos, en la
cual, saco un conejo y se
lo ofreció a su cautiva.
Ella accedió y lo cogió de
entre las manos de el, con
toda la confianza del mundo.
Una vez alimentada, esta
vez ella le hablo con mas
humanidad, que como bestia
enjaulada, y le dijo:
-No puedo seguir así de
esta manera, mi ser solo
puede alimentarse de sangre
humana, todo lo que me
ofreces solo llena una
cuarta parte de todo lo que
yo necesito, ¿me entiendes?,
se lo que me quieres decir
mujer, pero yo no soy
un asesino, no te traeré
a nadie, ni una persona
humana, para que tu le
quites la vida...
Entonces ella muy furiosa
le tiro los restos del
conejo a la cara y le dijo:
¡¡PUES VETE A LA MIERDA!!.
Carlos durante dos días
no bajo al sótano, estaba
contrariado, y no sabia que
hacer con aquella criatura
encerrada en su Garaje.
Que puedo hacer, debajo de
esa horrible criatura se
esconde tan bella mujer, que
me tiene hechizado y voy a
perder, toda mi dignidad
humana si me enamoro, de
esa cosa, que no se que es.
Por fin Carlos bajo al
sótano, pues se debe aquel
ser, si no para que la detuvo
sin pensar en las consecuencias
que vendrían después.
Ella estaba bellísima a pesar
de no estar bien alimentada,
allí metida en su encierro
dorado, y el se perturbaba,
mirándola, cosa que a ella
en su parte de mujer, no se
le escapaba detalle alguno
de estar el enamorado de ella, le miro
a los ojos mientras cogía
el saco con su cena y le dijo:
-Se que eres muy buena persona,
y no puedes hacer ciertas cosas,
pero si no me puedes alimentar
como yo debo alimentarme,
¡MÁTAME!,O SUÉLTAME DE ESTOS
BARROTES Y ME IRÉ DE ESTA
CIUDAD...
Yo te soltaría mujer vampiro,
pero volverás a matar, aquí
o en otra ciudad, y yo debo
evitar esto último, ¡POR
QUE NO PUEDES ALIMENTARTE
DE OTRO MODO,MALDITA MUJER!
Carlos de rabia, la grito
y pego un portazo, cerro
el Garaje y se fue refunfuñando.
Penoso camino escogió Carlos,
robar sangre humana en un
Hospital, de difícil acceso,
para alimentar, a su amor
imposible de calificar.
Pero gracias a un familiar
suyo, de vigilante se puso
en un Hospital, para cubrir
bajas sin cesar, de unas
gripes con malestar.
La alegría y esperanza
volvió al entorno de Carlos,
pues su mujer vampiro probo
la sangre humana, donada
por muchos, y que ella supo
apreciar, pues aquello era
mejor que nada,y el robaba
todos los días al vigilar
la entrada y salida de
sangre sin parar, y algún
paquete nunca llegaba a la
nevera, pues en su bolsa
se la llevaba, para alimentar
una novia sin catalogar.
El estaba sentado en el
suelo con la espalda apoyada contra la verja la puerta de
los barrotes, y ella a su
lado, al otro lado del enrejado,
y el le pregunto: Tienes nombre
mujer de la noche, y ella le
contesto: Laura.
-Dime Laura, te sientes mejor
así, con esta sangre que
te consigo para ti, ¿pues es
humana como tu querías?...
Ella se sonrío, y le dijo:
Estoy muy agradecida, por lo
que estas arriesgando por mi,
no te creas que no me doy
cuenta de ello, pero es que
sin sangre humana, hubiese
muerto tarde o temprano.
-Cierto es Carlos que yo
prefiero buscar a mis victimas
pues disfruto de ello como
un depredador ataca el rebaño,
es mi instinto de vampiro, pero me siento muy halagada,
pues es como si me trajesen
el desayuno todos los días
a la cama, y ese detalle, a las
mujeres nos encanta del barón.
-Ya que estamos en tan interesante
conversación Laura,contesta
si puedes a esta pregunta,cual
es tu aspecto real, el de vampiro
o mujer...Mi aspecto normal es
el de mujer, pero cuando me alimento,
necesito adquirir mucha fuerza
salvaje y soy un vampiro, un ser
demoniaco para intimidar a mi victima.
-Gracias por decírmelo Laura.
-Aquí estoy yo, prisionera de ti,
mi querido mortal, para contestar
a tus inquietas preguntas, pero
estoy contenta, de que te hagas
cargo de que solo puedo vivir
con sangre humana, y arriesgues
tu vida por mi.
-Yo laura creo, que me,he
enamorado como un tonto de ti,
mujer de la noche, que puedo
hacer si no darte la vida, para
que puedas vivir a mi lado.
Eres mayor y te falla el corazón,
déjame darte el beso del
vampiro con cariño y serás
joven de nuevo y eterno, y a mi
lado vivirás para siempre.
No se mujer, es un poco duro,
pensar que tengo que vivir
quitándole la vida a otros,
prefiero vivir cerca de ti
hasta que la muerte se me lleve,
y tener un grato recuerdo
de ti, en el mas allá,¡no,no
me beses Laura, déjame así,
mayor y sabio, vivo mejor,
que joven e imprudente ya fui.
-Yo también he aprendido a
quererte, Carlos, mi humano
y alimento ahora de mi corazón,
solo quiero hacerte una pregunta,
si tanto me amas, ¿me podrías
hacer un gran favor?...
-Por supuesto Laura, que puede
hacer este viejo enamorado de ti.
-SUÉLTAME, ME SIENTO ENJAULADA
COMO UN RUISEÑOR Y MORIR...
Araciel Abaddon.
