Maria Rial. issisora
Miembro Conocido
Bendiciones para todos en el dia de Poesía
Poesía
Flor de rapsoda.
Bálsamo de inmortalidad.....
Majestad de sabiduría, esposa del principio ancestral.
Sagrado e imperecedero, el amor de quien te esposo a la vida,
para regalarle a la humanidad, el bálsamo de tu inmortalidad…
Respetados sean los dones de tu gracia.
Inmaculadas se tornen las manos,
de quienes se esposan, a la alianza del poeta.
Pluma oro rubí,
desplegando el diamantino poder de tu palabra.
Amor, dando alumbramiento, liberación...
Dicha, sea la bienaventuranza que acompañe,
a cada llama encendida en tu divina realidad.
Si es fuente,
humedece el cielo con las alabanzas
de tus estrellas vivas...
Si es manantial,
lacta con la abundancia de tu pasión,
cada río de creación...
para conceder el don del dulce amor, a la Vida.
Si, se presenta la sequía, sean nuestras manos...
Las que provean, al beber del alba, el brotar del alma,
para sembrar, el hálito del amado espíritu,
en el amor de todas sus especies.
Y desde el alto linaje, del verbo hecho carne,
se rieguen nuestros campos poéticos…
Renazcan, sus semilleros
como espigas de oro, noble y genuino,
con cada sentimiento de amor, por ti vivo.
Florezcan labios, creadores,
constructores de buena instrucción,
y de tus principios inviolables,
sea la realidad una
la que brille en todos tus corazones...
Unidad,
la sonrisa genuina,
de nuestra humanidad poética.
Que cada uno de tus hijos, visitantes,
peregrinos, sea por ti poesía, bendecido....
Por ser regado un hálito de vida,
con el amor de sus ojos.
Sino, salgan en paz y no te importunen ...
Porque tumba de hedor es para la vida, quien sin amor,
levanta la voz y la palabra en tus atrios.
Sea la palabra justa, el resuello de sabiduría
que se forja, en quien concibe con prudencia,
fertiliza con amor,
y del alumbramiento la dicha disfruta
al ver su realidad viva.
¡OH! flor de rapsoda,
Abraza a cada uno de mis pétalos con ternura,
aunque el viento vaya cambiandolos.
Agradecezco...
Por ser tú... este poema,
por llevar el amor de poesía,
entre tus brazos.
Si, esa ternura en tu pecho,
que quizá parezca lisonja para el hombre,
mas es grandeza en Dios.
Porque es la ternura, el traje del amor del alma...
el fuego divino del amado espiritu...
por su amada, humanidad...
Reconociendo humildemente,
todo el amor legado...
en ti, por ti, para ti.
MI POESÍA.
ALEGRIA
María Rial . Issisora
-78-
Poesía
Flor de rapsoda.
Bálsamo de inmortalidad.....
Majestad de sabiduría, esposa del principio ancestral.
Sagrado e imperecedero, el amor de quien te esposo a la vida,
para regalarle a la humanidad, el bálsamo de tu inmortalidad…
Respetados sean los dones de tu gracia.
Inmaculadas se tornen las manos,
de quienes se esposan, a la alianza del poeta.
Pluma oro rubí,
desplegando el diamantino poder de tu palabra.
Amor, dando alumbramiento, liberación...
Dicha, sea la bienaventuranza que acompañe,
a cada llama encendida en tu divina realidad.
Si es fuente,
humedece el cielo con las alabanzas
de tus estrellas vivas...
Si es manantial,
lacta con la abundancia de tu pasión,
cada río de creación...
para conceder el don del dulce amor, a la Vida.
Si, se presenta la sequía, sean nuestras manos...
Las que provean, al beber del alba, el brotar del alma,
para sembrar, el hálito del amado espíritu,
en el amor de todas sus especies.
Y desde el alto linaje, del verbo hecho carne,
se rieguen nuestros campos poéticos…
Renazcan, sus semilleros
como espigas de oro, noble y genuino,
con cada sentimiento de amor, por ti vivo.
Florezcan labios, creadores,
constructores de buena instrucción,
y de tus principios inviolables,
sea la realidad una
la que brille en todos tus corazones...
Unidad,
la sonrisa genuina,
de nuestra humanidad poética.
Que cada uno de tus hijos, visitantes,
peregrinos, sea por ti poesía, bendecido....
Por ser regado un hálito de vida,
con el amor de sus ojos.
Sino, salgan en paz y no te importunen ...
Porque tumba de hedor es para la vida, quien sin amor,
levanta la voz y la palabra en tus atrios.
Sea la palabra justa, el resuello de sabiduría
que se forja, en quien concibe con prudencia,
fertiliza con amor,
y del alumbramiento la dicha disfruta
al ver su realidad viva.
¡OH! flor de rapsoda,
Abraza a cada uno de mis pétalos con ternura,
aunque el viento vaya cambiandolos.
Agradecezco...
Por ser tú... este poema,
por llevar el amor de poesía,
entre tus brazos.
Si, esa ternura en tu pecho,
que quizá parezca lisonja para el hombre,
mas es grandeza en Dios.
Porque es la ternura, el traje del amor del alma...
el fuego divino del amado espiritu...
por su amada, humanidad...
Reconociendo humildemente,
todo el amor legado...
en ti, por ti, para ti.
MI POESÍA.
ALEGRIA
María Rial . Issisora
-78-
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