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Por esa locura especial



Por esa locura especial




Y así andaba Juan Sin Rumbo,

despilfarrando poemas.
Juan o Juana, da lo mismo,
cantando a la luna llena.
Se colgaba de las nubes
y en una esquina quimera,
repartía papelitos
con unas letras pequeñas.
Muchos miraban a juan,
o a Juana con reprimenda.
"Por qué no harás algo útil",
pensaba la concurrencia.
Pero el poeta porfiado,
la poetisa, más terca,
continuaban su escalada
en su escalera de estrellas.
Describían cosas raras
como una luna morena,
o un gran sol con alpargatas
de bigotes, que semejan
aquellos rayos dorados
que al mundo siempre despiertan.
Juan y Juana , los sin rumbo,
ambos locos y poetas
de esos que no cambiarían
su locura por monedas.
Ellos son para unos cuantos
inútiles , sin recetas
que compongan su locura,
que den sentido a su huella.
Pero ellos siguen trotando,
deshilando con presteza
las luces de las farolas
en hilos de gran belleza.
Van a la grupa del tiempo
remontándose en cometas,
colgados al universo
entre los hilos de seda
que dan cabello a la noche
y que a veces, no se peinan
pues temen deshilacharse
entre un atisbo de pena.
En una esquina del viento
Juan o Juana se conversan,
intentan por un segundo
poner los pies en la tierra
pero terminan en risas
que suenan por el planeta
como una lluvia preciosa
que a continuar los alienta.
Y a veces, vuelven dichosos
a la esquina de quimera
a repartir papelitos,
con una letra pequeña.


Alba Rivero.

 
Última edición:

Severino Esteve

Miembro Conocido
Un encanto este romance de Juan Sin Rumbo, que Juan o Juana no importa, pero sí esos papelitos que son la huella de sus poemas.
Poesía de la calle que imagina y cuenta.
Saludos, Alba, y enhorabuena por este papelito que disfruté.
 


Por esa locura especial




Y así andaba Juan Sin Rumbo,

despilfarrando poemas.
Juan o Juana, da lo mismo,
cantando a la luna llena.
Se colgaba de las nubes
y en una esquina quimera,
repartía papelitos
con unas letras pequeñas.
Muchos miraban a juan,
o a Juana con reprimenda.
"Por qué no harás algo útil",
pensaba la concurrencia.
Pero el poeta porfiado,
la poetisa, más terca,
continuaban su escalada
en su escalera de estrellas.
Describían cosas raras
como una luna morena,
o un gran sol con alpargatas
de bigotes, que semejan
aquellos rayos dorados
que al mundo siempre despiertan.
Juan y Juana , los sin rumbo,
ambos locos y poetas
de esos que no cambiarían
su locura por monedas.
Ellos son para unos cuantos
inútiles , sin recetas
que compongan su locura,
que den sentido a su huella.
Pero ellos siguen trotando,
deshilando con presteza
las luces de las farolas
en hilos de gran belleza.
Van a la grupa del tiempo
remontándose en cometas,
colgados al universo
entre los hilos de seda
que dan cabello a la noche
y que a veces, no se peinan
pues temen deshilacharse
entre un atisbo de pena.
En una esquina del viento
Juan o Juana se conversan,
intentan por un segundo
poner los pies en la tierra
pero terminan en risas
que suenan por el planeta
como una lluvia preciosa
que a continuar los alienta.
Y a veces, vuelven dichosos
a la esquina de quimera
a repartir papelitos,
con una letra pequeña.


Alba Rivero.

ALBITA

¡Qué envidiable locura!

Me fascinaron las imágenes.

Abrazos y besos de mi balcón quiteño
de geranios multicromáticos,

Guillermo.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO


Por esa locura especial




Y así andaba Juan Sin Rumbo,

despilfarrando poemas.
Juan o Juana, da lo mismo,
cantando a la luna llena.
Se colgaba de las nubes
y en una esquina quimera,
repartía papelitos
con unas letras pequeñas.
Muchos miraban a juan,
o a Juana con reprimenda.
"Por qué no harás algo útil",
pensaba la concurrencia.
Pero el poeta porfiado,
la poetisa, más terca,
continuaban su escalada
en su escalera de estrellas.
Describían cosas raras
como una luna morena,
o un gran sol con alpargatas
de bigotes, que semejan
aquellos rayos dorados
que al mundo siempre despiertan.
Juan y Juana , los sin rumbo,
ambos locos y poetas
de esos que no cambiarían
su locura por monedas.
Ellos son para unos cuantos
inútiles , sin recetas
que compongan su locura,
que den sentido a su huella.
Pero ellos siguen trotando,
deshilando con presteza
las luces de las farolas
en hilos de gran belleza.
Van a la grupa del tiempo
remontándose en cometas,
colgados al universo
entre los hilos de seda
que dan cabello a la noche
y que a veces, no se peinan
pues temen deshilacharse
entre un atisbo de pena.
En una esquina del viento
Juan o Juana se conversan,
intentan por un segundo
poner los pies en la tierra
pero terminan en risas
que suenan por el planeta
como una lluvia preciosa
que a continuar los alienta.
Y a veces, vuelven dichosos
a la esquina de quimera
a repartir papelitos,
con una letra pequeña.


Alba Rivero.


Precioso poema querida Alba, es una belleza amiga, te felicito,un gusto leerte,gracias por compartir, un beso grande.
 
Un encanto este romance de Juan Sin Rumbo, que Juan o Juana no importa, pero sí esos papelitos que son la huella de sus poemas.
Poesía de la calle que imagina y cuenta.
Saludos, Alba, y enhorabuena por este papelito que disfruté.
Muchas gracias estimado Severino por tu presencia y tan bonito comentario. Celebro que hayas disfrutado este humilde papelito.
Un abrazo.
 


Por esa locura especial




Y así andaba Juan Sin Rumbo,

despilfarrando poemas.
Juan o Juana, da lo mismo,
cantando a la luna llena.
Se colgaba de las nubes
y en una esquina quimera,
repartía papelitos
con unas letras pequeñas.
Muchos miraban a juan,
o a Juana con reprimenda.
"Por qué no harás algo útil",
pensaba la concurrencia.
Pero el poeta porfiado,
la poetisa, más terca,
continuaban su escalada
en su escalera de estrellas.
Describían cosas raras
como una luna morena,
o un gran sol con alpargatas
de bigotes, que semejan
aquellos rayos dorados
que al mundo siempre despiertan.
Juan y Juana , los sin rumbo,
ambos locos y poetas
de esos que no cambiarían
su locura por monedas.
Ellos son para unos cuantos
inútiles , sin recetas
que compongan su locura,
que den sentido a su huella.
Pero ellos siguen trotando,
deshilando con presteza
las luces de las farolas
en hilos de gran belleza.
Van a la grupa del tiempo
remontándose en cometas,
colgados al universo
entre los hilos de seda
que dan cabello a la noche
y que a veces, no se peinan
pues temen deshilacharse
entre un atisbo de pena.
En una esquina del viento
Juan o Juana se conversan,
intentan por un segundo
poner los pies en la tierra
pero terminan en risas
que suenan por el planeta
como una lluvia preciosa
que a continuar los alienta.
Y a veces, vuelven dichosos
a la esquina de quimera
a repartir papelitos,
con una letra pequeña.


Alba Rivero.


He disfrutado de éste romance Alba, muy bonito, suena musical, en tonos pegadizos y de una ternura como de pueblo, que se deja sentir y emociona porque nos pinta a cada uno un poco. Muchas gracias por compartirlo. Cariños
 
He disfrutado de éste romance Alba, muy bonito, suena musical, en tonos pegadizos y de una ternura como de pueblo, que se deja sentir y emociona porque nos pinta a cada uno un poco. Muchas gracias por compartirlo. Cariños[/QUOTE

Querida Reina Mora, la agradecida soy yo por tan bonito comentario y la reputación que has otorgado a este poema.
Un gran abrazo.
 

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