María del Mar Ponce López
Moderadora de Prosas Compartiendo Tristezas
POR LAS SENDAS DE LO IDIOTA (sonetos ingleses)
Yo nací golondrina de la aurora
y acabé siendo piedra del camino,
fui niña, sin saber me hice señora
y aprendí la tristeza de mi sino.
La ilusión se me fue pues junto al viento
mariposas de luto me adornaron,
me enseñaron el más lúgubre cuento
y sin razón los sueños me robaron.
Mi libertad voló y las cadenas
que un día fueron doradas son de acero,
y pagué con dolores las condenas
que me dejó un amor poco sincero.
La vida me enseñó que soy gaviota
volando por las sendas de lo idiota.
Volando por las sendas de lo idiota
absorbí todo aquello que dolía,
porque el dolor a veces no se nota
yo me quise aferrar a una alegría.
Llegué a tener tres soles en mi cielo,
agridulce sabor el de mi lucha
rompiendo la espesura de mi hielo
cantando una canción que no se escucha.
La vida me prestó su mala suerte,
y sola caminé con la esperanza
de no enfrentarme nunca con la muerte,
la muerte que nos busca y nos alcanza.
La ignorancia carece de razones
es destructora fiel de corazones.
Es destructora fiel de corazones
la misma soledad que nos engaña,
nos cobija y nos llena de ilusiones
y el alma con ternura nos araña.
Los años se me van con la tristeza
de un pasado y presente sin sonrisa,
ante el futuro escondo la cabeza,
se trata de vivir, vivir sin prisa.
Se trata de pasar por este mundo,
de dar amor quizás o no dar nada,
de sentir emoción o un "NO" rotundo
si me viste de luz la madrugada.
Estoy hecha de sol, de mar y viento,
de lágrimas de sueños me alimento.
María del Mar Ponce López
Yo nací golondrina de la aurora
y acabé siendo piedra del camino,
fui niña, sin saber me hice señora
y aprendí la tristeza de mi sino.
La ilusión se me fue pues junto al viento
mariposas de luto me adornaron,
me enseñaron el más lúgubre cuento
y sin razón los sueños me robaron.
Mi libertad voló y las cadenas
que un día fueron doradas son de acero,
y pagué con dolores las condenas
que me dejó un amor poco sincero.
La vida me enseñó que soy gaviota
volando por las sendas de lo idiota.
Volando por las sendas de lo idiota
absorbí todo aquello que dolía,
porque el dolor a veces no se nota
yo me quise aferrar a una alegría.
Llegué a tener tres soles en mi cielo,
agridulce sabor el de mi lucha
rompiendo la espesura de mi hielo
cantando una canción que no se escucha.
La vida me prestó su mala suerte,
y sola caminé con la esperanza
de no enfrentarme nunca con la muerte,
la muerte que nos busca y nos alcanza.
La ignorancia carece de razones
es destructora fiel de corazones.
Es destructora fiel de corazones
la misma soledad que nos engaña,
nos cobija y nos llena de ilusiones
y el alma con ternura nos araña.
Los años se me van con la tristeza
de un pasado y presente sin sonrisa,
ante el futuro escondo la cabeza,
se trata de vivir, vivir sin prisa.
Se trata de pasar por este mundo,
de dar amor quizás o no dar nada,
de sentir emoción o un "NO" rotundo
si me viste de luz la madrugada.
Estoy hecha de sol, de mar y viento,
de lágrimas de sueños me alimento.
María del Mar Ponce López