Antonio Jurado Rivera
Miembro Conocido
Te esperaba en la estación
llevé azucenas y lirios,
loco por volverte a ver
para acabar mi martirio.
Un millón de besos eran
los que iba a darte, mi amor,
con la impaciencia sentía
pálpitos del corazón.
Cuando bajaste del tren
en las cuencas de tus ojos,
las lágrimas de alegría
me pusieron más nervioso.
¡Qué ojos tan bonitos tienes!
me he enamorado otra vez,
de dicha mi alma se inunda
cuando mi piel siente el tacto
si se desliza tu piel.
Y lancé a volar mis sueños
con la ilusión renacida,
al susurrarme al oído
que era el amor de tu vida.
“Y tú el amor de la mía”,
me llena esta sensación,
al saber que ya me llevas
dentro de tu corazón.
Antonio Jurado (España)
© Derechos reservados