isidro4755parra@gmail.com
Miembro Conocido
Me preguntaste un día
¡Qué es amor?
y yo te respondi:
Es dar luz al corazón
en la caverna misteriosa de algún pecho.
Es un manto especial
donde despierta la esperanza
y se duerme la nostálgica tristeza.
Es un eterno océano de ilusiones,
y la virginal tentación
nacida en infinitos corazones.
Un imperio donde el hombre y la mujer
disfrutan de la vida.
La luz crepuscular
en el horizonte de las almas,
donde amores luminosos e idilios sacrosantos
beben de su esencia
la pureza de su noble encanto
policromando con flores su grandeza.
Hay quienes han masticado
del amor sus alegrías,
su amarga hiel y sus dolores,
y en ansias y temores
sus convulsos corazones
condenaron a vivir junto a su cuerpo.
Ya la conciencia grita a su flor envejecida
de la ceguera atroz que al mundo precipita
gozando de sus infernales y locas fantasías.
Amor...
eterno soñador de imaginarios mundos
con el alma en el verso
y tu nombre en la historia,
vives una existencia placentara
y en la sombra del pecado
de tu desdentada boca
nada existe que no sea purificado por tu nombre
cuando vives religiosa calma
y te regocijas en las delicias de tu gloria;
porque eres consuelo en la memoria
de los que han logrado ¡al final tu gran victoria!
25/09/2015
Ysidro Parra _ Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
¡Qué es amor?
y yo te respondi:
Es dar luz al corazón
en la caverna misteriosa de algún pecho.
Es un manto especial
donde despierta la esperanza
y se duerme la nostálgica tristeza.
Es un eterno océano de ilusiones,
y la virginal tentación
nacida en infinitos corazones.
Un imperio donde el hombre y la mujer
disfrutan de la vida.
La luz crepuscular
en el horizonte de las almas,
donde amores luminosos e idilios sacrosantos
beben de su esencia
la pureza de su noble encanto
policromando con flores su grandeza.
Hay quienes han masticado
del amor sus alegrías,
su amarga hiel y sus dolores,
y en ansias y temores
sus convulsos corazones
condenaron a vivir junto a su cuerpo.
Ya la conciencia grita a su flor envejecida
de la ceguera atroz que al mundo precipita
gozando de sus infernales y locas fantasías.
Amor...
eterno soñador de imaginarios mundos
con el alma en el verso
y tu nombre en la historia,
vives una existencia placentara
y en la sombra del pecado
de tu desdentada boca
nada existe que no sea purificado por tu nombre
cuando vives religiosa calma
y te regocijas en las delicias de tu gloria;
porque eres consuelo en la memoria
de los que han logrado ¡al final tu gran victoria!
25/09/2015
Ysidro Parra _ Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
