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(recordando a pito pérez) aventuras de jurpitocan perez

RECORDANDO A PITO PÉREZ
(AVENTURAS DE JURPITOCAN PEREZ)

“Apuntaba ya el mediodía cuando JURPITOCAN PÉREZ, despertó; se había hecho popular por borracho, holgazán y oportunista. Los estertores del hambre y la “cruda” hacían mella en su organismo; por lo tanto, algo debía hacer. Se levantó aún mareado por el alcohol ingerido horas antes, estiró los brazos, bostezó y mientras caminaba desganadamente, cavilaba en el “qué hacer”, y se dijo:

--- Un día más ¡qué flojera! ---fue lo primero que meditó---. El estómago pide algo pero más la garganta; me está matando la “cruda”, como no hay otra cosa que hacer, pues… ---no hacer nada era ya costumbre---, veremos que encontramos. Daré una vuelta por ahí haber qué sale.

“A la vez meditaba…:

--- ¿A dónde ir? ¡Bah! ¡Eso qué importa! Cualquier rumbo que tome y vaya donde vaya es destino. Sirve que me distraigo y distraigo “la cruda”, que me está torturando. Tal vez salga algo.

--- ¡Mmmhhh! Por lo mientras…, “… además mañana será otro día. ¡De todos modos es destino! ¿O, no? Pero ¡Ojalá y no me vaya a suceder lo de aquella ocasión cuando me llevé el susto de mi vida!

“Al pasar, casualmente frente a un salón donde se realizan fiestas y eventos llamó su atención el borlote que de ahí provenía. Miró hacia donde una manta decía: “DIA DEL COMEDIANTE”. 7º. ANIVERSARIO. Todo amensado se quedó mirando el lugar de dicho evento y con tal interés que un caballero se acercó y le dijo:

--- “Buenas noches”, mi nombre es Cástulo Moreira, Presidente de la “Agrupación de Comediantes, A.C.“; me di cuenta que miró con avidez el letrero; hace unos momentos empezó el evento ¿Gusta acompañarnos?.


--- ¡Este…, creo que sí...; contesté, pero en mis adentros me dije: “a lo mejor hasta un vinillo y una botanita me invitan, el cuerpo ya lo exige”.

--- Fue tal cordialidad de este sujeto que acepté y le dije: mi nombre es JURPITOCAN PEREZ, para servirle. (Vaya nombrecito que me pusieron mis apás). Entonces me condujo hacia adentro del salón, como no había lugares se disculpó y a la vez me dijo: “si gusta puede participar, “…recuerde que “de músico, poeta y loco, además de payasos, todos tenemos un poco…, porque las últimas dos cualidades nos sobran”; y soltó una carcajada que me molestó, pero me contuve.

--- Ahí, en el estrado, los festejados participaban; miré que algunos de los asistentes tenían en sus manos copas y vasos, no sé de qué, pero yo, de reojo y discretamente buscaba donde estaban sirviendo la bebida.

--- Desde que entré, me di cuenta que los comediantes eran malos; pos’ sus chistes, más parecían sarcasmos; había risas, según yo, arrancadas a fuerza y fingidas. Hubo de todo: “humor rojo, blanco, rosado, rojo, pero, a mi criterio, el que más palmas se llevó fue el “insípido, seco, simplón y sangrón”. A decir verdad, el evento estaba hueco y aburridísimo. Conforme llegaban los asistentes se daban el clásico saludo con besos, abrazos y sonrisas, excepto yo, pos’ no conocía a nadie. Me sentí estar entre una bola de estúpidos que no son de mi clase, y entre ellos, yo. La verdad parecía fiesta de disfraces.

--- Lo curioso es que desde mi llegada, una dama llamó mi atención, además se conducía con toda libertad en dicho evento; intercambiamos sonrisas aunque nadie nos había presentado. Ella: alta, joven, atractiva, bien formada, de tez trigueña, cabello con rayitos de colores variados que resaltaban su belleza, además del lunar que lucía al lado izquierdo de su labio inferior y hermosos ojos color aceituna. De cuando en cuando, al cambiar de lugar para apreciar mejor el evento caminaba y lucía su figura cien por ciento sensual, “como dijera Gabriel Vargas, en su revista “La Familia Burrón: “donde el cuerpo se hace bola”. Pero más resaltaba su belleza la blusa azul a rayas que vestía con un escote que no dejaba nada a la imaginación. ¡Ufff!

--- ¡Claro! Yo, no me quedo atrás, pero todo lo contario: la placa dental se rompió, la panza se me está asomando por lo tragón, los párpados abolsados y caídos y…, mejor ya no le sigo”. Además son defectillos por la buena vida.

--- Después de soportar las “bobas” actuaciones de todos y cada uno de los festejados, pasamos al “ambigú” (así me dijeron que se decía; yo la conozco como “botana”). Entonces, noté que la citada dama me hacía señas desde su lugar. A su lado había un asiento vacío, pero de inmediato lo ocuparon. Aún así, me miraba insistentemente.

--- ¿Quién será ella? Me pregunté.

--- A uno de los anfitriones que estaba a mi lado le pregunté. Me dijo: “…su nombre es Loui Easy; es soltera, psicóloga, maestra en arte dramático y forma parte directiva de la “Agrupación de Comediantes, A. C.”.

--- No acababa de retirarse el anfitrión cuando la dama ya estaba junto mí y pícaramente me hizo una cosquilla; intercambiamos nuevamente sonrisas. Estando frente a ella, al no ser presentados me sentí todo “chiviado”, pues ella toda una profesionista, y yo…, pos’ me invadió el “complejo de inferioridad”. Sin embargo, algo raro ya había notado. Cada momento que trataba de separarme de ella, cuando menos lo pensaba ya la tenía cerca de mí. Llegó el momento que traté de evadirme, parece ridículo, pero tuve la sensación de que me estaba acosando y me entró cierto temorcillo.

--- A tratar de escabullirme fui a dar al salón de descanso, a escasos metros de donde se desarrollaba el evento; se escuchaban las voces y carcajadas, todo un bullicio. Me senté en uno de los sillones y de pronto ella apareció; me dije: ¡Ave María Purísima! ¡Pos esta, que se trae! Y pensé: ¡Esta vieja quiere conmigo! ¡Qué casualidad! Posiblemente se percató de que quise escapar, al no verme, me buscó y me encontró. No quise demostrar sorpresa ni enojo, pero la verdad estaba yo confundido, molesto y temeroso.

--- Al acercarse, me dijo: … ¿Por qué huyes de mí, ingrato? No me gusta el hombre “tímido”, me gusta el “temido”. Me tomó de la mano y dijo: “mi nombre es Loui, pero tengo la sensación de que me huyes, ¿acaso no te gusto?

--- Yo, todo temeroso y nervioso, con palabras entrecortadas ---aunque en mis adentros meditaba, “no querrá violarme esta vieja loca”---, dije: “….mmmiii nnnoooombre es JUJURPIIITOCAN PPÉEEREZ…; enseguida, con la otra mano quiso hacerme una caricia donde no debía y de un manotazo le retiré su mano, pero le valió…. Sentí como si me hubieran echado agua fría y reaccioné. Me dije a mi mismo: ¡Vaya, con esta vieja mañosa!

--- Se acercó tanto que casi me besó, diciendo: “No sé por qué, pero me has despertado la libido y aquí me tienes… “Haz de mí lo que quieras; ---provocativamente se me insinuó---, repegó su cuerpo al mío y, ¡Ay, San Pitirijas, ayúdame! Pos ’ la verda’ sentí miedo. Al parecer ya se había obsesionado hacerme suyo…, pero me resistí.


--- Al momento, aunque todo “sacón” reaccioné; me salió lo “macho”, me encomendé a mis santos preferidos y ¡saz! la tomé de los brazos, pensó que iba a besarla ¡pero no! alejé su cara de la mía, su boca de mi boca, su cuerpo del mío, tanto, que sentí su aliento y escuché su respiración como un jadeo excitado; tenía entrecerrados los ojos. Puedo asegurar que pensó que iba a “apapacharla”, pero no se le hizo.

--- La empujé de tal manera que quedó sentada en el sillón opuesto. No se molestó. Con un dejo de coquetería más insinuante y excitante logró jalarme de la mano y me resistí, casi forcejeamos.

--- Entonces dijo: ¡PITOCANCITO, no me hagas esto! ¡Sorbamos los jugos del amor! ¡Mírame! Eros, nos invita a sus aposentos. ¡Hagamos el amor! --- Entonces me llené de valor ---creo haber perdido la cordura---, y en voz alta le contesté: ¡Qué Eros, ni que ocho cuartos, a ese señor yo ni lo conozco! ¡Tú, estás loca, completamente loca! ¡Ora sí que me fregué!” Desde que llegué me has estado siguiendo y “acosando”, ¿crees que soy un facilote y me vuelo fácilmente? ¡Pos’ no!

--- “Para que lo sepas, yo estoy chapado a la antigua, tengo mi dignidad y sé lo que es el pudor; “soy yo quien debe insinuar y tratar de convencerte de que me gustas, o sea, echarte los perros”, y para lo demás.

--- “En mis tiempos uno tenía que conquistarlas, convencerlas, agradarles, “empezando con las miradas, las sonrisas; al tomarnos de la mano sentir la sensación de atraerte hacia mi, rodearte con mis brazos fuertemente de tal manera que sintieras el brío de mi cuerpo hacia el tuyo, deslizar mis manos en regiones donde lo permitas y que ora le dicen exploración, yo lo conozco como “cachondeo”, después, ya excitados…, “pos’ a lo que te truje chencha….” Y…


--- No terminé la frase cuando escuché fuerte aplauso; me encontraba rodeado de gran parte de “esa bola de estúpidos”, que diga, asistentes como espectadores, que posiblemente, yo, debido a mi nerviosismo o lo que fuere me perdí de la realidad y no miré más allá de mi nariz; estaba ciego, pero no de pasión ni deseo, sino del momento angustioso que estaba pasando.

--- La verdad, no estaba avergonzado, sino ofendido y enojado.

--- El presidente de los anfitriones se acercó, me felicitó y dijo: Mi querido ¡JURPITOCAN, sin enterarse, ha pasado usted “la prueba nata de actuación”. Recuerde que le dije que ella es psicóloga y maestra en arte dramático. Pues bien, gracias a esta prueba, a partir de ese momento es usted miembro de la “Agrupación de Comediantes, A.C.”.

--- “¡Bravo! Corearon todos. En ese momento, el anfitrión, se dirigió a los espectadores, abriendo las palmas de las manos para aplaudir… y…

--- “Al escuchar esto, en voz alta y todo encabritado, en ese momento dije: --- ¡Váyanse mucho a chi)$(·”=(%”((( a su M%&·&/((=9… “…bola de imbéciles! “…¡Yo no soy su burla! ¡Tengo mi dignidad y pudor! ¡Y a su “Agrupación de Comediantes, A.C.“., métansela por el cu=(//((/%$$·, donde no le dé el aire…!

--- ¡A propósito! A sus comediantes pónganlos a estudiar y que aprendan algo divertido! ¡Bah! ¡Ah, usted! Vieja loca y ofrecida… ¿creyó que ya me había volado? ¡pos’ no! Vaya a experimentar con el más viejo de su casa, a lo mejor los convence…

--- ¿Y saben qué…?

--- Ahora caigo por qué les dicen COMEDIANTES: “…con eso chistes tan malos ni los han de contratar o ni les han de pagar y no han de sacar ni para comer, por eso son: COME… DIA.. ANTES… Adiós!!!!!!!!

--- ¡Chin, lo malo es que ni una méndiga copa probé!!! Ya habrá tiempos mejores…. FIN

Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
19/11/2018. Derechos de Autor Reservados.©
 
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