Imaginador Perdido
Miembro
Serás de la noche, el sonido,
Que acuna dulce mis sueños.
Que templa, del corazón mis latidos,
Que aplaca, de mi cuerpo, deseos.
Serás suave caricia,
De labios terciopelo.
Que envuelven mi piel,
Con el rozar de tus cabellos.
Serás esa luz en la noche,
Luz de vela que palpita.
Mirada de ardiente deseo,
Y en mis labios, tu sonrisa.
Serás ese calor,
Que en mi espalda deposita,
Dulces besos, y el rumor,
De ese amor, que nos incita.
Serás en un instante,
Fuego y llama sin medida.
Que como agua, calmaré,
En ese abrazo, que se adivina.
Y entonces seré yo,
Quien tu corazón calme.
Quien tú deseo absorba,
Mientras muere la tarde.
Quien recorra tu piel de seda,
Envolviéndola con mis besos.
Rumoreando esas palabras,
Con que los labios, erizan el vello.
Seré ese calor,
Que la pasión desata.
En ese abrazo que aprieta,
Cuando se juntan las almas.
Y los dos seremos uno,
En unísono acorde.
En melodía que mece,
El silencio de la noche.
Seremos un dormir tranquilo,
De ese amor que se expande.
En ese acurrucar continuo,
Donde el amarse, es solo una parte.
Donde las miradas escuchan,
Como las pieles hablan.
Mientras los ojos brillan,
Con el palpitar, de la calma.
Será una noche sencilla,
Donde el soñar nos reclama.
Donde el amor encandila,
Como la luz de la llama.
Y te amaré, y me amarás,
Como solo tú y yo sabemos hacerlo.
Con esa entrega total,
De las almas, la noche, y su silencio.
(Imaginador69)
Que acuna dulce mis sueños.
Que templa, del corazón mis latidos,
Que aplaca, de mi cuerpo, deseos.
Serás suave caricia,
De labios terciopelo.
Que envuelven mi piel,
Con el rozar de tus cabellos.
Serás esa luz en la noche,
Luz de vela que palpita.
Mirada de ardiente deseo,
Y en mis labios, tu sonrisa.
Serás ese calor,
Que en mi espalda deposita,
Dulces besos, y el rumor,
De ese amor, que nos incita.
Serás en un instante,
Fuego y llama sin medida.
Que como agua, calmaré,
En ese abrazo, que se adivina.
Y entonces seré yo,
Quien tu corazón calme.
Quien tú deseo absorba,
Mientras muere la tarde.
Quien recorra tu piel de seda,
Envolviéndola con mis besos.
Rumoreando esas palabras,
Con que los labios, erizan el vello.
Seré ese calor,
Que la pasión desata.
En ese abrazo que aprieta,
Cuando se juntan las almas.
Y los dos seremos uno,
En unísono acorde.
En melodía que mece,
El silencio de la noche.
Seremos un dormir tranquilo,
De ese amor que se expande.
En ese acurrucar continuo,
Donde el amarse, es solo una parte.
Donde las miradas escuchan,
Como las pieles hablan.
Mientras los ojos brillan,
Con el palpitar, de la calma.
Será una noche sencilla,
Donde el soñar nos reclama.
Donde el amor encandila,
Como la luz de la llama.
Y te amaré, y me amarás,
Como solo tú y yo sabemos hacerlo.
Con esa entrega total,
De las almas, la noche, y su silencio.
(Imaginador69)
