Antonio Jurado Rivera
Miembro Conocido
Observando tantas veces tu ademán
fui a fijarme en su carnoso carmesí,
se acercaban y alejaban de tu mano
y acabé por desearlos para mí.
Si vieras cuando llevas a tus labios
un cigarro, la envidia que me da,
al pensar que los míos te desean
y en cambio me los niegas sin cesar.
Y el cigarro, que ni siente ni piensa
se lleva su dulzura angelical,
y mis labios se secan lentamente
sin la miel de los tuyos que probar.
Igual que unas monedas van de paso
aunque nunca se quedan a vivir,
sigue siendo como entonces mi deseo
besarlos tiernamente y ser feliz.
Antonio Jurado - España
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