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Sin un futuro...

Los ruiseñores en las ramas
coquetean con el arroyo,
sueltan plumas de colores
mientras nos dejan sus cantos.

En las ciudades los tinteros
gastan sus tintas despacio,
maniquíes en las vitrinas,
parecen que están llorando.

La nieve densa comienza
a bajar sobre los árboles,
hay largas filas que gimen,
sus silencios mutilados.

Un largo trinar, se callan
se serraron sus gargantas,
ruedan camiones cargados,
los han bajado con metrallas.

Hoy el monte y sus reservas
abren sus brazos sin hojas,
las aristas de las rocas,
roe el agua que no pasa.

De vez en cuando suenan
blasfemias de algunas bocas,
se extingue la naturaleza,
pues el hombre la provoca.

Un tiro, como amenaza
llega a lo alto de las copas,
a gemir se ponen las aves,
su porvenir les importa
 
Última edición:
Me hiciste recordar a un defensor de la Amazonía Chico Mendez. Un ángel. Bello tu poema. Maná hace unos años creo una canción "Cuando los ángeles lloran". Gracias por tu poema, es un canto a la naturaleza. Besos

 
Última edición:
Grandes y profundas verdades en estos versos, estámos matando al pulmón del mundo por la maldita avaricia sin darnos cuenta que al mismo tiempo cavamos nuestra propia fos. FElicitaciones Blanca por estas letras que gritan "Paren" bellamente plasmadas, reputación y saludos amiga poeta
 

Cisne

Moderadora del Foro Impresionismo y Expresionismo,
Los ruiseñores en las ramas
coquetean con el arroyo,
sueltan plumas de colores
mientras nos dejan sus cantos.

En las ciudades los tinteros
gastan sus tintas despacio,
maniquíes en las vitrinas,
parecen que están llorando.

La nieve densa comienza
a bajar sobre los árboles,
hay largas filas que gimen,
sus silencios mutilados.

Un largo trinar, se callan
se serraron sus gargantas,
ruedan camiones cargados,
los han bajado con metrallas.

Hoy el monte y sus reservas
abren sus brazos sin hojas,
las aristas de las rocas,
roe el agua que no pasa.

De vez en cuando suenan
blasfemias de algunas bocas,
se extingue la naturaleza,
pues el hombre la provoca.

Un tiro, como amenaza
llega a lo alto de las copas,
a gemir se ponen las aves,
su porvenir les importa

Querida Blanca
En tus versos encuentro estos hechos lamentables a través de los cuales el hombre
contribuye a dañar los bosques, los sitios que son pulmones del universo.
Te felicito por esta poesía que conmueve mi ser.
Un abrazo con todo mi cariño
Ana
 

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