Amparo Mata Téllez
Miembro
Desciende el manto de la noche,
la soledad emerge, aniquila mi raciocinio
lo devora, como si fuera un animal salvaje.
En el sigilo, mis pasos trazan escenarios
con jirones de sombras que se adhieren
a mi maltrecha vida.
En el umbral absoluto de la percepción
se van desarraigando mis sentidos,
asfixiándose en la inmensa oscuridad,
perdiéndose en la nostalgia y el dolor.
Mi alma quedó atada en la penumbra
de un cuerpo sin vida, que se filtró
en medio de la desesperanza, dejando
huellas de ausencia en la senda marcada.
la soledad emerge, aniquila mi raciocinio
lo devora, como si fuera un animal salvaje.
En el sigilo, mis pasos trazan escenarios
con jirones de sombras que se adhieren
a mi maltrecha vida.
En el umbral absoluto de la percepción
se van desarraigando mis sentidos,
asfixiándose en la inmensa oscuridad,
perdiéndose en la nostalgia y el dolor.
Mi alma quedó atada en la penumbra
de un cuerpo sin vida, que se filtró
en medio de la desesperanza, dejando
huellas de ausencia en la senda marcada.