Recordemos amor,
antes que se pinte
blanca nuestra memoria.
Dejemos escrito en el lienzo
del tiempo,
nuestra historia.
Recuerdas esa tarde
cuando los aromas de las flores
se alzaron hasta el cielo,
cuando un pájaro perdido
buscaba tristemente
su ruta, su camino.
Yo te embriagaba
con el color de mi vestido
y tus dedos suaves
buscaban la flor de mi nido.
Se descolgaban tus besos
por mi cuello y mi espalda
besos escondidos,
con sabor a clandestinos.
La tarde se encendió entera
cuando segaste mi enredadera,
cuando cortaste la blanca flor
que emanó mi primavera.
Y nos encontró la noche
abrazados y riendo,
fui yo la luna
en la noche de tus besos
y tu el lucero
de mi único universo.
Nos bañamos desnudos
uniendo nuestros cuerpos tersos.
Fue de gran ternura el momento,
puro, inmaculado y cierto,
que ningún poeta
ha podido plasmarlo en versos.
Recordemos amor,
antes que se pinte
de blanco mi memoria.
Y tú, solo sonríes… Ajeno
a lo que te estoy diciendo,
porque ya arrasó el invierno
con todos tus recuerdos…
Sonríe cariño, solo escúchame,
yo reviviré para ti
todos nuestros encuentros.
Liel Cor - Chile
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