Bernardo Vázquez Rodrígue
Nuevo Miembro
SON DOS JOYAS
Tus ojos, de azul celeste forjados,
son dos majestuosas joyas vivientes
que tienen a mis sentidos pendientes
de sus maravillosos entornados.
De mirar profundo, cual honda es la mar ;
de movimientos suaves, cadenciosos ;
de pasión y amor siempre codiciosos
es por ellos que te empecé a amar.
En su inmensidad azul me perdí
desde la primera vez que los vi,
mas hoy, que a mi lado los he tenido
me encuentro colmado y dichoso
puesto que veo con agrado y gozo
que con su mirar me han correspondido.
Bernardo Vázquez Rodríguez. Autor mexicano.
Derechos reservados de autor
Tus ojos, de azul celeste forjados,
son dos majestuosas joyas vivientes
que tienen a mis sentidos pendientes
de sus maravillosos entornados.
De mirar profundo, cual honda es la mar ;
de movimientos suaves, cadenciosos ;
de pasión y amor siempre codiciosos
es por ellos que te empecé a amar.
En su inmensidad azul me perdí
desde la primera vez que los vi,
mas hoy, que a mi lado los he tenido
me encuentro colmado y dichoso
puesto que veo con agrado y gozo
que con su mirar me han correspondido.
Bernardo Vázquez Rodríguez. Autor mexicano.
Derechos reservados de autor