Cristina Guerrero S
Miembro Conocido
El suspiro dorado por el último rayo de sol en el horizonte,
Descansa en la frente agotada del sendero que me conduce a ti,
Se queda pegado como la esperanza a un sueño,
Y se detiene el tiempo durante la agonía del último beso.
Se derriten los glaciales del silencio eterno,
Y se impregnan de añoranzas las palabras del sepulcro frío en el desierto de un antiguo deseo,
Se muere para siempre el significado de la palabra soledad,
Se calcina a fuego lento la pequeña herida que alguna vez dejó la maldad.
Se reviven aquellos poemas de versos perfumados que declamábamos cuando las voces eran aun vírgenes en su claridad,
Y lentamente caminan por caminos de luz notas musicales que conforman el preludio suave de una bella canción de amor.
El suspiro dorado por el último rayo de sol en el horizonte,
Escurre adormecido por las mejillas del corazón,
Se detiene a recuperar sueños en tus labios de arroz,
Se sumerge en las profundidades azules de lo que en verdad es el amor.
Se enamora el alma desnuda de la doncella que canta en el fondo de un lago de cristal,
Se iluminan los ojos profundos de un hombre,
El cual está feliz de amar.
El suspiro dorado por el último rayo de sol en el horizonte,
Penetra las almas de los ángeles y querubines,
Detiene el tiempo en la distancia rota por el sueño,
Consuma en pétalos de rosa las caricias de alondras contenidas en pasiones y besos.
(CRISTINA GUERRERO)
Descansa en la frente agotada del sendero que me conduce a ti,
Se queda pegado como la esperanza a un sueño,
Y se detiene el tiempo durante la agonía del último beso.
Se derriten los glaciales del silencio eterno,
Y se impregnan de añoranzas las palabras del sepulcro frío en el desierto de un antiguo deseo,
Se muere para siempre el significado de la palabra soledad,
Se calcina a fuego lento la pequeña herida que alguna vez dejó la maldad.
Se reviven aquellos poemas de versos perfumados que declamábamos cuando las voces eran aun vírgenes en su claridad,
Y lentamente caminan por caminos de luz notas musicales que conforman el preludio suave de una bella canción de amor.
El suspiro dorado por el último rayo de sol en el horizonte,
Escurre adormecido por las mejillas del corazón,
Se detiene a recuperar sueños en tus labios de arroz,
Se sumerge en las profundidades azules de lo que en verdad es el amor.
Se enamora el alma desnuda de la doncella que canta en el fondo de un lago de cristal,
Se iluminan los ojos profundos de un hombre,
El cual está feliz de amar.
El suspiro dorado por el último rayo de sol en el horizonte,
Penetra las almas de los ángeles y querubines,
Detiene el tiempo en la distancia rota por el sueño,
Consuma en pétalos de rosa las caricias de alondras contenidas en pasiones y besos.
(CRISTINA GUERRERO)