Yaneth Hernández
Miembro Conocido
Tantas veces la mire
deshaciendo el viento,
besando sus sienes
murmurando en sus labios.
Tantas noches rozando su aliento,
cultivando su campo
escribiendo sobre su luz,
calmando los calambres de la piel,
fingiendo la indiferencia de su mirada.
Fueron muchas las lunas
que la vieron desnuda en el puerto,
lavando sus manos
en olas de Mar del Plata.
Ahora
la música de un marino
la describe solitaria,
dejando volar alondras al orilla
de su silencio.
¡Ven!
Que la tristeza no rompa
tu escote de alegre festín,
enséñale al crepúsculo
tus muslos nácar,
aparecerá mi sombra en vértice.
Te amo, sí, te amo,
entre tules de magra noche.
Embriágate con las últimas estrellas,
aquí te espero, soplando velas al infinito.
Derechos reservados.
deshaciendo el viento,
besando sus sienes
murmurando en sus labios.
Tantas noches rozando su aliento,
cultivando su campo
escribiendo sobre su luz,
calmando los calambres de la piel,
fingiendo la indiferencia de su mirada.
Fueron muchas las lunas
que la vieron desnuda en el puerto,
lavando sus manos
en olas de Mar del Plata.
Ahora
la música de un marino
la describe solitaria,
dejando volar alondras al orilla
de su silencio.
¡Ven!
Que la tristeza no rompa
tu escote de alegre festín,
enséñale al crepúsculo
tus muslos nácar,
aparecerá mi sombra en vértice.
Te amo, sí, te amo,
entre tules de magra noche.
Embriágate con las últimas estrellas,
aquí te espero, soplando velas al infinito.
Derechos reservados.