Aunque no me escuches, yo te hablo
hago de mi palabra la semilla vana
jardinero sin tierra, heno sin establo
agua y calor que la vida me reclama.
Como en esos compartidos momentos
que mudas mis manos, de deseo sufría
o quizás con más fuertes sentimientos
aquellos que tú suponías y yo sugería.
Sonidos y música, canciones al lado
como si lo hiciera despacio y al oído
te hablo sin el temor de ser escuchado
sin la esperanza de ser correspondido
Te hablo esperando la paz que nunca llega
y al olvido, deseo sin muerte ni brega.
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