Jorge Toro
Miembro Conocido
Frente a la carta de un antiguo amor que se acabó, quien se lamenta de su tediosa vida y anodina situación sentimental; y entre líneas insinúa un reinicio de la relación, pueden presentarse diversas respuestas. Aquí tres posibilidades…
Respuesta 1 – (negativa)
Leyéndote advertí cuanto te dueles,
viviendo en la tristeza y la desidia,
tal vez será que ahora te fastidia
sentir que se cambiaron los papeles.
Insólito parece que hoy anheles
lo que antes desairabas con acidia,
y creas perdonada tu perfidia,
y tanta humillación y amargas hieles.
No creo que resuelvas ya tus penas,
quizás te está faltando en el ocaso
aquello que tuviste a manos llenas;
y ves a tu final el gran fracaso
que marca ahora el pulso de tus venas.
Yo creo - te confieso - ¡ese es tu caso!
Respuesta 2 – (neutra)
Leyendo la misiva que escribiste
sentí que se turbaba mi semblante;
pensé en nuestra historia, tan distante,
y en todo aquél recuerdo que persiste.
Tus letras llegan tarde y es muy triste
tenerte que decir con voz tajante:
mi viejo corazón murió al instante
en que dejando todo te me fuiste.
Lamento tu presente desengaño
y espero que encamines tus mañanas,
pero lo que tuvimos en antaño
perdió su colorido y sus campanas;
y al hoy parece apenas un extraño
que llega pero no despierta ganas.
Respuesta 3 – (positiva)
Leyéndote sentí melancolía
Al ver tanta tristeza que te apena
y supo el corazón que aún resuena
aquella adoración que a ti me unía.
En tanto en ti pensaba vida mía,
rogaba a mi cabeza estar serena,
y contenerme el alma, en dicha plena,
al ver como tu vida a mí volvía.
Aún tenemos años a la espera
para que construyamos un futuro;
podremos conseguir que nunca muera
lo que ambos compartimos y es tan puro.
Volver habrá de ser, la vida quiera,
mi más feliz vivencia, ¡te lo juro!
Respuesta 1 – (negativa)
Leyéndote advertí cuanto te dueles,
viviendo en la tristeza y la desidia,
tal vez será que ahora te fastidia
sentir que se cambiaron los papeles.
Insólito parece que hoy anheles
lo que antes desairabas con acidia,
y creas perdonada tu perfidia,
y tanta humillación y amargas hieles.
No creo que resuelvas ya tus penas,
quizás te está faltando en el ocaso
aquello que tuviste a manos llenas;
y ves a tu final el gran fracaso
que marca ahora el pulso de tus venas.
Yo creo - te confieso - ¡ese es tu caso!
Respuesta 2 – (neutra)
Leyendo la misiva que escribiste
sentí que se turbaba mi semblante;
pensé en nuestra historia, tan distante,
y en todo aquél recuerdo que persiste.
Tus letras llegan tarde y es muy triste
tenerte que decir con voz tajante:
mi viejo corazón murió al instante
en que dejando todo te me fuiste.
Lamento tu presente desengaño
y espero que encamines tus mañanas,
pero lo que tuvimos en antaño
perdió su colorido y sus campanas;
y al hoy parece apenas un extraño
que llega pero no despierta ganas.
Respuesta 3 – (positiva)
Leyéndote sentí melancolía
Al ver tanta tristeza que te apena
y supo el corazón que aún resuena
aquella adoración que a ti me unía.
En tanto en ti pensaba vida mía,
rogaba a mi cabeza estar serena,
y contenerme el alma, en dicha plena,
al ver como tu vida a mí volvía.
Aún tenemos años a la espera
para que construyamos un futuro;
podremos conseguir que nunca muera
lo que ambos compartimos y es tan puro.
Volver habrá de ser, la vida quiera,
mi más feliz vivencia, ¡te lo juro!
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