Un azul triste

[olaves]

Un azul triste muy raído
Se desgarra silenciosamente en la pared
Que junto a dos ventanas vestidas de herrumbre
Acompañan el sueño de un farol abandonado,
Afuera; un árbol de silencios verdes
Se llaman flores y todas se mueren,
Plantada con risas en la tierra fúnebre
Donde ya las hormigas no le hacen visitas,
Ni el perro de al lado sepulta sus sueños
No hay mariposas, ni aves, ni viento
Ni un niño llorando, ni juguetes sin dueño.
El farol viejo apagaba su sueño
Y el sol se ocultaba en la huerta
Pasó el recuerdo por la casa
Y en su lecho lloraba la puerta,
Pasó sin prisa, pasó sin nada
Entró dejando un pedazo de alma.

Ésta es la casa, azul de mi abuelo,
Tiene un patio con balsa y una mata de mango
En sus ramas transitan risas de niños traviesos.

Ésta es la casa vieja, azul de mi viejo abuelo
Un azul triste gastado
Con dos ventanas de hierro
Al frente un farol con sueño
Y un árbol que muere lento.
El sol cuando ya se ha ido
Viene un recuerdo lejano
Yo soy el recuerdo
Vengo a dejar un recado,
Pasé por la puerta
pasé sin prisa, pasé callado
Y un ruido chillaba,
Era la puerta, lloraba, lloraba.

 

[Matilde Maisonnave]

Hermoso poema para leer dos veces. Demuestras la sensibilidad en los recuerdos, ésos que no se borran jamás de la memoria.

¡Felicitaciones por compartir tus sentimientos!

 

[María del Mar Ponce López]

El azul aunque es un color especialmente hermoso, a veces nos se queda sin brillo, sobre todo si hablamos de nostalgias. Te felicito por tu poema. Besos a tu corazón.