Blanca Hernandez
Miembro Conocido
Un paraíso perdido
Tu lecho hoy no tiene tu nombre
mi lecho, no tiene ya tu calor,
solo duermo con los pensamientos
que soñando planté para vos
Las horas frías de las noches
sobrellevan las esperanzas
resquebraja de ti los recuerdos
me duermo soñando añoranzas
Pero sigue firme la eterna llama
que ilumina siempre mi corazón,
aunque la vida me reclama
encender de nuevo el corazón.
En la ventana siempre cerrada
el viento me va diciendo cosas,
me arropo en la tibia frazada
en la nocturna soledad silenciosa.
Nuestro lecho es un paraíso perdido
que no vive aconteceres cotidianos,
se diluyeron perfumes muy sentidos
y no hay quién acaricie mis manos.
Siento la furia, con que sopla el viento
es como queja muy repentina
pero ha quedado al paso del tiempo
tu sonrisa sentida, querida y divina
Tu lecho hoy no tiene tu nombre
mi lecho, no tiene ya tu calor,
solo duermo con los pensamientos
que soñando planté para vos
Las horas frías de las noches
sobrellevan las esperanzas
resquebraja de ti los recuerdos
me duermo soñando añoranzas
Pero sigue firme la eterna llama
que ilumina siempre mi corazón,
aunque la vida me reclama
encender de nuevo el corazón.
En la ventana siempre cerrada
el viento me va diciendo cosas,
me arropo en la tibia frazada
en la nocturna soledad silenciosa.
Nuestro lecho es un paraíso perdido
que no vive aconteceres cotidianos,
se diluyeron perfumes muy sentidos
y no hay quién acaricie mis manos.
Siento la furia, con que sopla el viento
es como queja muy repentina
pero ha quedado al paso del tiempo
tu sonrisa sentida, querida y divina
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