isidro4755parra@gmail.com
Miembro Conocido
Entre las flores de un jardìn hermoso
estaba ella, una flor cuyo perfume
cura el mal del corazòn
y las heridas del alma.
Me dio en su dulce mirada
sus secretos y sollozos,
sus promesas y plegarias,
y en su silencio total
me ofrecìa enternecida
sus gemidos y sus gozos
y yo le ofrecì deseoso
todo el calor de mis besos
para beber de sus labios
aquel beso perfumado.
Los jasmines y las rosas,
los mirtos, los laureles,
los nardos y azucenas seductoras,
envidiaban su belleza,
su esplendor y su inocencia,
y yo, cautivo de su encanto
me rendìa ante su aroma delicado
acariciando los frescos botones
de sus nìveos senos
que tìmida y sencilla me entregaba.
¡ Què aromas y perfumes!
de su cuerpo emanaban.
¡ Què magnìfica figura !
su cuerpo refleja.
Es un tesoro
con ojos de brillantes perlas
y guarda en su boca caprichos y antojos
quise cobijarme con su manto esmeralda
y en el infinito azulado
del jardìn de su Cielo ¡La hice mìa!.
29/03/2015
Ysidro Parra - Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
estaba ella, una flor cuyo perfume
cura el mal del corazòn
y las heridas del alma.
Me dio en su dulce mirada
sus secretos y sollozos,
sus promesas y plegarias,
y en su silencio total
me ofrecìa enternecida
sus gemidos y sus gozos
y yo le ofrecì deseoso
todo el calor de mis besos
para beber de sus labios
aquel beso perfumado.
Los jasmines y las rosas,
los mirtos, los laureles,
los nardos y azucenas seductoras,
envidiaban su belleza,
su esplendor y su inocencia,
y yo, cautivo de su encanto
me rendìa ante su aroma delicado
acariciando los frescos botones
de sus nìveos senos
que tìmida y sencilla me entregaba.
¡ Què aromas y perfumes!
de su cuerpo emanaban.
¡ Què magnìfica figura !
su cuerpo refleja.
Es un tesoro
con ojos de brillantes perlas
y guarda en su boca caprichos y antojos
quise cobijarme con su manto esmeralda
y en el infinito azulado
del jardìn de su Cielo ¡La hice mìa!.
29/03/2015
Ysidro Parra - Venezuela
Reservados Derechos de Autor.