Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
Felipe y su novia Marta,
de distintos continentes,
se escribían frecuentemente
unas amorosas cartas.
El se encontraba en Yacarta
y ella en México vivía:
y él meloso le decía:
Te adoro querida Marta,
y ella igual le respondía.
Así pasaron seis meses
carteándose con porfía
y mimándose con creces;
hasta que Felipe un día
le habló claro y sin reveses.
“Marta, debes de saber
que ya dejé de quererte,
pues ya tengo otra mujer
con quien comparto mi suerte”.
Cuando Marta eso leyó
le contestó con querella:
“¿Dime tú que tiene ella
y que no lo tenga yo?”
Y Felipe sin mutismo,
le escribió diciendo así:
“ Sin duda tienen lo mismo,
pero a ella la tengo aquí”.