Caballo Negro
Miembro Conocido
La escarcha de la mañana, no dejaba conducir este viejo vehículo, el motor esta frió por las heladas noches. Debía cubrir en tramo del infierno al purgatorio, así es, esa es mi rutina del día a día, ya que en este lugar se trabaja las 24 horas terrenales.
Se preguntaran que hago en este lugar, donde está y donde vivo, paso a responder para ubicar los un poco. Vivo en la parte paralela a este mundo y en los altos de algo parecido a un edificio, donde geográficamente quedaba esto… a la altura del Limbo.
Mi monótono trabajo, era siempre igual, bueno aquí todo es igual, revisaba miles de expedientes de los que irían llegando en los próximos días…ya que las noticias corrían mas rápido que en Internet debía ver si estaban destinados al infierno o al limbo y colocar le el timbre. Los que habitaban el infierno, no sufrían de frió en cambio los del limbo era un clima variable a mi gusto, además lugar de paso.
El limbo era un lugar acogedor pero muy silencioso…entre el límite de lo aburrido, en cambio el infierno era vida, todos gritaban o reían, se tomaban esa eterna estadía muy amena, ya que no existe otro lugar peor,horrendas fiestas de domingo a domingo. Yo me encargaba del turno de día, claro que hay luz en este lugar, solo que en las noches se economizaba energía, decía el jefe, ya que todo era rojo y negro.
Cuantos años llevo en esto, no lo recuerdo, aquí también existe el alzheimer No era viejo morí a los cincuenta y dos años y en esa edad me quede suspendido. Mi trabajo era un poco movido, hasta podría decir que entretenido,ya que platicaba con muchos que seguían contando sus historias de sus vidas.Cuando van llegando a este lugar, todos hablan en presente, toma un tiempo acostumbrarse a la condición de muerto, aquí se le dice espera… para que no traigan el dolor de la muerte a este lugar.
Por mis noches ya que no son igual a las suyas…ya que el tiempo no existe aquí, llego a mi habitad siempre pensando en jubilar, Si, jubilar, aquí también se logran crear sindicatos de trabajo. Yo aspiraba a una jubilación larga, que consistía en pasar una temporada en el cielo, lugar más alto y solo para algunos, donde todo era ocio y belleza, un poco solitario ya que no llegaban muchos a ese lugar, por falta de méritos.
Mi vida era una monotonía como empleado público donde tu vives, solo el infierno era alegre y algo entretenido, pero también cansaba estar allí toda una esencia y el limbo era un lugar para no hacer nada o sea ni fu ni fa, así es aquí.
Así era yo con la diferencia de que al final de cada día solo marcaba una tarjeta. Los días pasaban y pasaban, no se media el tiempo real como en la tierra, eran las sensaciones las que te daban antigüedad, aquí no se era viejo.
En todas estas sensaciones he visto a muchos pasar de un lado a otro como en los andenes de tren, aquí vives sin preocuparte de nada ya que nada pierdes. Cuando termino mi jornada me marcho a lo que se le llama casa, ya que ver tanto idiota junto, me cansa.
Aquí no existen las comodidades de la tierra, solo hay que pasarlo bien, reír y no pasar frió en el infierno o una vida aburrida en el limbo.
Los egos siguen siendo egos y esos habitan en el sector caliente, los que fueron intelectuales o buenas personas fallecen dos veces en el aburrido limbo, leyendo viejas estrellas cuando algún asteroide pasa cerca e ilumina el lugar… no se olviden que aquí también hay que economizar.
Bueno ya llega el momento de marcharme de mi trabajo… yo le llamo trabajo ya que me creerán que aquí tampoco es buena la paga y ahorrar no tiene sentido, si estamos muertos.
Se me olvido decirles mi nombre, pero creo que a estas alturas no les interesa, además no me acuerdo… ya que sufro también de alzheimer y no sé donde estoy.
2013-4-29
Caballo Negro.
Derechos reservados de autor.
Adjuntos
-
6.8 KB Vistas: 19
Última edición: