Había tanta luz…
habían pasado tantas horas…
solo había paz y quietud;
no había lugar a mejoras.
La claridad inundaba la estancia
y la sombra era muy corta
anegado de tu fragancia
de tu olor, el que me importa.
avanzaba rápido el día
y yo te seguía queriendo
en tu imagen me perdía
que aún seguías durmiendo
estaba saciado y con hambre;
la felicidad estaba viviendo.
Y tenía que decírtelo,
tenía que demostrártelo
y te desperté con mis besos
los que están de ti presos
y los repartí por tu cuerpo
para morir en tu boca
que yo seguía pidiendo
y te lo dije:
Yo te sigo queriendo.
habían pasado tantas horas…
solo había paz y quietud;
no había lugar a mejoras.
La claridad inundaba la estancia
y la sombra era muy corta
anegado de tu fragancia
de tu olor, el que me importa.
avanzaba rápido el día
y yo te seguía queriendo
en tu imagen me perdía
que aún seguías durmiendo
estaba saciado y con hambre;
la felicidad estaba viviendo.
Y tenía que decírtelo,
tenía que demostrártelo
y te desperté con mis besos
los que están de ti presos
y los repartí por tu cuerpo
para morir en tu boca
que yo seguía pidiendo
y te lo dije:
Yo te sigo queriendo.