Es mi afán escribir, así lo creo,
como un reto que acepto y lo hago mío,
porque me calma cuando tengo hastío
y al hacerlo con gusto me recreo.
Cuando en ese propósito me veo
van fluyendo las letras como un río
sin que quede en el cauce algún vacío
que confirmo al final cuando lo leo.
La mente me transmite ese deseo
y el corazón aprueba sin desvío
lo que mi mano traza sin rodeo,
ya que con ellos cada vez me alío;
y en eso que me causa regodeo
pongo punto final al desafío.
como un reto que acepto y lo hago mío,
porque me calma cuando tengo hastío
y al hacerlo con gusto me recreo.
Cuando en ese propósito me veo
van fluyendo las letras como un río
sin que quede en el cauce algún vacío
que confirmo al final cuando lo leo.
La mente me transmite ese deseo
y el corazón aprueba sin desvío
lo que mi mano traza sin rodeo,
ya que con ellos cada vez me alío;
y en eso que me causa regodeo
pongo punto final al desafío.