Aun guardo tu voz...

Aún guardo tu voz transoceánica
en la parte de oído que me toca,
la firme redondez de tus caderas
y el sueño de los labios de tu boca.

Me aferro a un darse y a un tenerse a ciegas,
montado en una nube o una roca,
de cara al precipicio de mis ojos
y al silencio del valle que te invoca.

Próximos en la mente y tan distantes,
lejos de la palabra, puro masoca,
mudo por fuerza al acallar la voz,
ciego que un vértigo fatal provoca.

¿Cómo rigen las mentes en su encierro,
cómo canta la lira, cómo apoca,
cómo puntea un corazón dolido,
cómo late un compás que se trastoca?

Quiero olvidar los pliegues de tu ombligo
al tiempo que recuerdo el ansia loca
del ritmo de tus pies cuando bailaban
y ese abrazo final que descoloca.

 

Tu recuerdo, es una elegía a la amada ausente, un beso en el aire, una tristeza perenne, pero viva al tiempo. Saludos.

 

Nostalgia de amor, pintada con magníficos versos.
Mi enhorabuena.
Un abrazo

 

Tu recuerdo, es una elegía a la amada ausente, un beso en el aire, una tristeza perenne, pero viva al tiempo. Saludos.

Así como lo dijiste, Pilar. Surgen los versos y las ausencias y hay que escribirlos.
Muchas gracias, poetisa, y un saludo agradecido.

 

Nostalgia de amor, pintada con magníficos versos.
Mi enhorabuena.
Un abrazo

Muchas gracias, Tomás. Andaban estos versos por casa y los traje. Siempre tenemos nostalgias que escribir.
Abrazos poeta.

 

Excelente, Severino. Me sorprende la aparente facilidad con la que has rimado todos los versos pares: ¡todo un reto!

Un abrazo.

 

Excelente, Severino. Me sorprende la aparente facilidad con la que has rimado todos los versos pares: ¡todo un reto!

Un abrazo.

Muchas gracias José Luis. Me "toca... ba" escribir este poema y después, con los años, publicarlo.
Un abrazo, poeta.