Pilar Marti
Miembro Conocido
Somos cautivos del mal
de sus noches fraudulentas,
de una soledad que hiere
de aquel dolor que no cesa.
Queremos mas no podemos
y sembramos impotencias
con el alma sometida...
al vacío de la ausencia.
Estéril rindió el camino
que unía nuestras veredas,
y un mundo separa ya
mis suspiros de tus quejas.
Y liberada, por fin,
pero no libre de penas,
me ocultaré en las tinieblas
para sorber en su seno,
el acre y mortal veneno
que me permita olvidar,
que alguna vez habité
las mansiones...del infierno.
La musa se alteró, pero en realidad me cuido.
de sus noches fraudulentas,
de una soledad que hiere
de aquel dolor que no cesa.
Queremos mas no podemos
y sembramos impotencias
con el alma sometida...
al vacío de la ausencia.
Estéril rindió el camino
que unía nuestras veredas,
y un mundo separa ya
mis suspiros de tus quejas.
Y liberada, por fin,
pero no libre de penas,
me ocultaré en las tinieblas
para sorber en su seno,
el acre y mortal veneno
que me permita olvidar,
que alguna vez habité
las mansiones...del infierno.
La musa se alteró, pero en realidad me cuido.