Chelo Álvarez
Miembro Conocido
Soñar no cuesta nada
Soñar no cuesta nada y, en mis sueños,
me visto de «Princesa de la Mancha»,
recorro los jardines y las vides
que lucen sus colores escarlatas,
y sigo con mi sueño día y noche
pensando en los gañanes y en las zarzas
que se clavan limpiando la maleza
porque luzca mejor nuestra comarca.
Van curtiendo sus manos cada día
y cargan con el sol a sus espaldas,
con el frío más gélido de invierno,
con las noches de hielos y de escarchas.
Cómo deben doler de muchas horas
los huesos, trabajando con las parras;
qué dura es la faena de estas gentes,
cuchillo de mis firmes esperanzas.
Quiero ser del obrero mensajera:
“a quien se humilla Dios dicen que ensalza”.
Labriego de mis tierras, te proclamo
Hidalgo caballero de la azada.
Chelo Álvarez.
Soñar no cuesta nada y, en mis sueños,
me visto de «Princesa de la Mancha»,
recorro los jardines y las vides
que lucen sus colores escarlatas,
y sigo con mi sueño día y noche
pensando en los gañanes y en las zarzas
que se clavan limpiando la maleza
porque luzca mejor nuestra comarca.
Van curtiendo sus manos cada día
y cargan con el sol a sus espaldas,
con el frío más gélido de invierno,
con las noches de hielos y de escarchas.
Cómo deben doler de muchas horas
los huesos, trabajando con las parras;
qué dura es la faena de estas gentes,
cuchillo de mis firmes esperanzas.
Quiero ser del obrero mensajera:
“a quien se humilla Dios dicen que ensalza”.
Labriego de mis tierras, te proclamo
Hidalgo caballero de la azada.
Chelo Álvarez.